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El paro y la corrupción tensan el debate electoral en Galicia de todos contra Feijóo

PSOE, En Marea, BNG y C's coinciden en afear al candidato popular que mantenga a Baltar y que pertenezca a un PP "imputado por corrupción".

El paro con los recortes al Estado de Bienestar y la corrupción protagonizaron el inédito debate que enfrentó en TVG a cinco de los candidatos a presidir la Xunta tras las elecciones autonómicas del día 25, donde el aspirante a la reelección, Alberto Núñez Feijóo, recibió un ataque en bloque a su gestión pública y las corruptelas vinculadas al PP por parte no solo de la izquierda de Xoaquín Fernández Leiceaga (PSdeG), Luis Villares (En Marea) y Ana Pontón (BNG), sino también de Cristina Losada (Ciudadanos). A pesar de ello, esta dio por segura la victoria de los populares y garantizó su apoyo a Feijóo si este no logra la mayoría absoluta. La izquierda también fue clara y se comprometió a sellar una alternativa si suman al menos 38 escaños, aunque sin entrar en detalles, y evitó el enfrentamiento entre ellos. Feijóo prometió "ser mejor presidente" de lo que fue.

Los cuatro rivales del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, han coincidido en el debate organizado por la CRTVG en sus duras críticas en el cuarto bloque de la cita, el de regeneración democrática, ante un aspirante popular que se ha visto más nervioso y ha intentado defender su "contundencia" frente a la corrupción.

Los puntos en los que más han incidido los candidatos de PSdeG, En Marea, BNG y también C's se traducen en la decisión de Feijóo de "mantener" al presidente de la Diputación de Ourense y presidente provincial del PP, Manuel Baltar, imputado y a quien una mujer acusó de ofrecer un empleo a cambio de sexo; y en su pertenencia a un PP "imputado por corrupción".

El primero en hacerlo fue Luis Villares (En Marea), quien ha garantizado su apuesta "por la regeneración democrática y la lucha contra la corrupción", al tiempo que ha subrayado que Feijóo mantiene a un dirigente "que pidió favores sexuales a cambio de un enchufe". "Hable de su coalición con Baltar, hable de ese acosador sexual que tiene en las listas", ha retado.

El 'acarreo' de votos por parte de un militante del PP de Lugo y la situación del Ayuntamiento de Compostela en la pasada legislatura también han sido incorporados a su discurso. Además, Villares ha enfatizado que, cuando Feijóo se desplaza a Madrid, "se reúne en una sede pagada con dinero negro" y "con una cúpula imputada".

La candidata de C's, Cristina Losada, también ha aludido al "coto privado" de la Diputación de Ourense en manos "de la familia Baltar". Ha asegurado que sería "muy bueno para los gallegos y, sobre todo para las gallegas", que esta situación cambiase.

También se ha referido a las alusiones de Feijóo a Andalucía y, para incidir en su idea de "controlar" un hipotético nuevo Gobierno del PP gallego, ha recordado que, en la comunidad andaluza, C's logró que se "enviase a casa a Chaves y a Griñán".

"Paredes de cristal"

Ana Pontón (BNG) también ha incidido en la situación de Baltar y ha sugerido que Feijóo "adelantó" a septiembre las elecciones porque a principios de octubre arrancará el juicio de la Gürtel, en el marco de la que, "por primera vez en la historia se imputa a un partido por corrupción". "Y es el suyo, señor Feijóo", ha subrayado.

Pontón también ha ligado la prórroga de Ence con las "puertas giratorias" y ha advertido que la "esencia de la corrupción es la mentira", antes de acusar al PP de "secuestrar" las conclusiones de la comisión de cajas y de vetar una investigación sobre el accidente ferroviario de Angrois.

"Está muy bien que el PP haga con C's planes anticorrupción, pero tiene la misma credibilidad que si hace con Baltar un plan contra el acoso sexual o a Marcial Dorado le encarga combatir el narcotráfico", ha remarcado, antes de prometer un Gobierno "transparente y con paredes de cristal".

También el socialista Xoaquín Fernández Leiceaga se ha mostrado a favor "de las paredes de cristal" y ha garantizado "la ejemplaridad pública". Ha aprovechado para asumir un compromiso personal: "ocho años es tiempo suficiente para gobernar; consolidar el tiempo en el poder genera vicios que es posible evitar".

En el polo opuesto, ha situado a Feijóo, a quien ha afeado que lleva "26 años subido en el coche oficial". "Cuando yo presentaba mi tesis doctoral, usted ya iba en coche oficial. Se comporta como un político profesional", ha afeado.

"Fui contundente y voy a seguir siéndolo"

Mientras sus rivales le echaban en cara dichos casos, Feijóo ha optado por reivindicarse y ha interpelado a los telespectadores. "Saben lo que pienso de la corrupción; fui contundente y voy a seguir siéndolo", ha remarcado, antes de repasar varias leyes y medidas aprobadas en esta legislatura y de pasar al contraataque.

"Usted no quiere que me presente y dice que soy un profesional de la política; usted militaba en el BNG y pasó al PSOE sin despeinarse", ha indicado a Leiceaga, al que ha afeado que es "candidato" porque el anterior líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, ha sido imputado por varios supuestos delitos ligados a la corrupción.

"Todos tenemos que aprender y pedir perdón por lo que hicieron otros", ha reflexionado Feijóo, quien también ha intentado incidir en las diferencias suscitadas dentro de En Marea. De hecho, ha recordado a Luis Villares que "está denunciado porque no le correspondía representar a su partido".

El desempleo

El desempleo permitió a los contendientes entrar en una batalla de cifras. Feijóo reconoció que los 193.045 parados actuales "son demasiados", pero defendió una gestión que permitió contar con "85.000 menos que en 2009", salvaguardar la "autonomía" de las finanzas públicas mientras otras comunidades fueron rescatadas y dependen del Gobierno central, y la recuperación del naval, con 2.300 millones de carga de trabajo, o los proyectos hasta 2026 que posee PSA-Citröen. Fiel a su estilo acusó a Zapatero de mala gestión y al bipartito.

Leiceaga le reprochó haber dejado 150.000 trabajadores menos, coincidiendo con Villares y Pontón en denunciar la emigración juvenil. Y también Lanzó propuestas el socialista, como un plan de empleo juvenil para contratar 10.000 jóvenes al año. Por su parte, Villares abogó por una economía "al servicio de la gente" con un Igape que sirviese de motor económico. Mientras Pontón reprochó la herencia de 10.000 millones de euros de deuda pública en la Xunta, por debajo de la media estatal, pero casi el triple que en 2009, cuando la crisis generó un problema de financiación en las instituciones.

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