El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, ha pasado buena parte de la mañana de este jueves en Porto do Son, donde se ha registrado el mayor incendio de los que han tenido lugar hasta ahora en Galicia, con más de 500 hectáreas ardidas.
Acompañado por el regidor, Luis Oujo, visitó zonas afectadas por las llamas, como A Coviña y Barcia. Feijoo aseguró que los incendiarios tienen un instinto, además de pirómano, criminal, ya que ponen en peligro la vida de personas, tanto de quienes participan en los trabajos de extinción como de los vecinos.
El presidente auguró que la jornada de este jueves será también muy complicada si continúa manteniéndose el viento a cien kilómetros hora. En relación a lo sucedido en Porto do Son desde la tarde de ayer, Núñez Feijoo no albergó dudas de que tanto los fuegos de Baroña, que comenzó hacia las cinco, como el de Queiruga, que se inició un par de horas después, fueron un señuelo para mantener activas a las brigadas “y mientras tanto estaban plantando fuego en otro lugar”.
El presidente del Ejecutivo autonómico dijo que se han desplegado más efectivos que nunca y subrayó su respeto y admiración a quienes se “juegan la vida” para apagar el fuego, tanto desde tierra como desde el aire. También habló de “la unidad de los ciudadanos” que estamos manteniendo.