Mientras En Marea y Podemos continúan negociando la difícil alianza para las autonómicas, en las últimas horas el BNG y el movimiento impulsado por Anova, EU y las mareas locales han coqueteado tímidamente a raíz de las declaraciones de algunos dirigentes nacionalistas hayan trasladado su apoyo a Luis Villares. Es el caso del exalcalde de Monforte Serverino Rodríguez o de algunos miembros del BNG de A Pastoriza.
Al respecto, Villares ha sostenido este martes que "el proceso de confluencia es un punto de encuentro que pretende conseguir una hegemonía social". "Y, por tanto, una hegemonía política en el que buscamos concertar espacios, voluntades y tenemos las puertas abiertas para que todo el mundo se puedan acercar", ha añadido.
Si el precandidato de En Marea dejaba "las puertas abiertas", la nacionalista Ana Pontón recogía el guante también este martes al asegurar que su formación tenía "la mano tendida" para "hablar, dialogar y escuchar" con todas aquellas personas y proyectos que compartan la necesidad de "dar esperanza, presente y futuro a Galicia y a la gente".
Preguntada por los periodistas, en el marco de una visita a Rábade, sobre las posibilidades de entendimiento con En Marea, la candidata del BNG ha vuelto a reivindicar su defensa del "diálogo" enfocado a "cambiar la política que hoy se está haciendo" en la Comunidad gallega.
Al hilo de ello, preguntada sobre el apoyo expresado por el líder local de su formación en A Pastoriza al candidato a las primarias de En Marea, Luis Villares, Pontón ha rechazado la política que se ciñe al "comentario de barra de taberna" y ha preferido abordar "los problemas de los gallegos".
La alianza del BNG con las mareas ya estuvo sobre la mesa en anteriores citas electorales, como en las generales del 20-D, cuando en los meses anteriores incluso hubo reuniones entre Xavier Vence y Xosé Manuel Beiras, aunque no fructificaron. El entendimiento, en todo caso, sería de cara a los pactos postelectorales.