Cada semana del primer semestre del año los juzgados emitieron 26 nuevas medidas cautelares de protección, órdenes de protección o de alejamiento para amparar a mujeres víctimas de violencia de género en Galicia. Es un 24 % más que el mismo período del 2015. También aumentan las denuncias, aunque en este caso los datos facilitados por la Secretaría Xeral da Igualdade son solo del primer trimestre, que llegaron a las 1.355, sesenta más que en el 2015. Susana López Abella, responsable de las políticas de igualdad en la Xunta, achaca el aumento a una mayor sensibilidad, aunque destaca las bajas cifras que se dan en las provincias de Lugo y Ourense, “por lo que creemos que hay una violencia oculta” en estas provincias gallegas, sobre todo entre las mujeres de más edad, más reacias a denunciar.
En estos seis primeros meses 177 víctimas recibieron algún tipo de ayuda económica para tener una mayor independencia tras denunciar, 35 más que en el 2015, y 418 mujeres, menores, y familiares dependientes, recibieron atención psicológica.
En cuanto a las llamadas, la Xunta recibió 2.249 consultas, la mayoría, más de un millar, para pedir atención psicológica, aunque 546 solicitaron información sobre los recursos existentes y más de 400 tenían consultas jurídicas.
Abella insistió en que se sigue detectando un repunte de la violencia a edades más tempranas, reproduciéndose estereotipos machistas en la enseñanza secundaria y en la universitaria.
El 2016 está siendo otro año trágico en cuanto a víctimas mortales de la violencia machista. Al caso confirmado en Becerra se suman otros dos en Lugo y Porto do Son, aún en investigación.