Tras un mes de julio con casi total ausencia de lluvias y caracterizado por unas temperaturas más elevadas de lo habitual, el fuego hacía presencia este lunes, un verano más, en la comarca de Pontevedra. Y lo hacía con dos incendios de nivel 2 en Cotobade y Caldas de Reis. Este último, a pesar de iniciarse en la parroquia de Saiar, afectó, sobre todo a causa del viento, a la zona de Vilagarcía, a los lugares de Castroagudín y el polígono de O Pousadoiro. La presencia del fuego en las proximidades de los núcleos poblacionales ha obligado al desalojo de 25 casas.
Uno de los más graves se registró en la parroquia de Saiar, en Caldas de Reis. Un incendio declarado poco antes de las cuatro de la tarde obligó a movilizar numerosos medios de extinción tanto terrestres como aéreos. El fuego ha calcinado ya unas 200 hectáreas, según las estimaciones de Medio Rural.
Por su parte, en Cotobade se inició un segundo fuego que ha ido creciendo con el paso de las horas y ha afectado también a al menos 200 hectáreas. Este fuego saltó al vecino municipio de Pontevedra, concretamente a la parroquia de Bora, en O Salgueiral, donde las llamas se extendieron a menos de cincuenta metros de viviendas.
La Xunta declaró a las cinco de la tarde el nivel dos, como medida preventiva, por la proximidad del fuego al lugar de Castroagudín, en la parroquia de Cea (Vilagarcía), donde fueron desalojadas cerca de una decena de casas. Las llamas avanzaban a gran velocidad y devoraron todo lo que encontraron a su paso, amenazando también el polígono de O Pousadoiro, cuyas naves también fueron desalojadas. La amenaza pendía todavía sobre ellas cuando los dos hidroaviones que participaron en el operativo realizaron su última pasada de la noche.
Desde la Consellería de Medio Rural confirmaron que el operativo de extinción estaba formado por un técnico, cinco agentes, catorce brigadas (entre ellas una de Laza), seis motobombas, dos palas, diez helicópteros, dos aviones y un tractor.
Temor en Cotobade
En la parroquia de Tenorio, en Cotobade, el incendio se inició a las 17:20 horas. La proximidad de las llamas a las viviendas del núcleo de Vilanova obligó a la Xunta a declarar como medida preventiva la situación 2. Los vecinos, según recoge Europa Press, vieron “fincas” de las casas “ardiendo” y cómo las llamas llegaban «hasta la cuneta» de la carretera general, la PO-233.
En la zona intervenían ayer dos agentes, diez brigadas, cuatro motobombas y nueve helicópteros, además de dos palas. Sesolicitaron refuerzos a brigadas antiincendios con base en la provincia de León. Cotobade revive así una dura situación, ya que fue una de las zona cero de los graves incendios forestales del verano del 2006.
Además, en todas estas labores colaboran la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Unidad Militar de Emergencias (UME), que ha desplegado veinticinco militares y ocho vehículos.
En Poio y Cambados
No fueron los únicos incendios que se registraron en la comarca de Pontevedra, ya que, a media tarde, se inició otro en el lugar de Encoiraos, en la parroquia de San Salvador de Poio. La rápida intervención de la agrupación de Protección Civil y de la Policía Local de este municipio evitó que las llamas alcanzaran unas grandes dimensiones. Finalmente, consumieron cerca de mil metros cuadrados.
También en la provincia de Pontevedra se registró otro incendio en el lugar de O Facho, en Cambados, donde los efectivos de protección civil y los vecinos pudieron sofocar las llamas y evitar que el fuego se expandiera.
En O Porriño ardieron tres hectáreas de arbolado en la parroquia de Budiño, y en Baños de Molgas se quemaron 2,5 hectáreas.
