La coalición que participó en los tres últimos comicios -municipales y generales del 20-D y 26-J- hace aguas, y todo apunta a que, de no entenderse, en los próximos días el barco se hundirá. El caso es que Podemos y En Marea no ceden posiciones y mantienen el pulso a una semana de que se agote el plazo para que se puedan presentar al 25-S en la coalición que tan buenos resultados les ha dado. Si el viernes próximo no se han inscrito como coalición, o la formación morado no se integra en el partido instrumental -En Marea-, como reclaman Anova, EU y las mareas locales -sus creadores-, o se romperá la alianza y ambas formaciones concurrirán a las elecciones autonómicas por separado.
Este maremoto coincide con la presentación oficial del magistrado Luis Villares como candidato a las primarias de En Marea para aspirar a la presidencia de la Xunta. Villares, que este viernes ha cambiado la toca por los mítines de campaña, cuenta con el respaldo de la confluencia de las mareas y, a su vez, la dirección de Podemos Galicia se ponía manos a la obra para elaborar su propia candidatura, que presentará a sus propias primarias, que arrancaron el pasado jueves con la publicación del reglamento de la consulta.
Desde la formación morada se “estudia” el perfil de una mujer como cabeza de cartel a los comicios gallegos. La secretaria general de Podemos Galicia, Carmen Santos, es una firme candidata a ser la aspirante a la Xunta. Como mínimo, Santos formará parte de la lista impulsada por la dirección gallega del partido.
En definitiva, Podemos y En Marea son a día de hoy dos trenes que circulan por vías paralelas con la incógnita de si llegaran a encontrar la misma estación al final de la vía. Este viernes, coincidiendo con la presentación “política” del juez Luis Villares, se ha convertido en una jornada de “enfrentamiento”, al menos, por los mensajes lanzados por uno y otro partido para reafirmarse en sus respectivas decisiones. De momento, ninguno cede, y Podemos y En Marea van por caminos diferentes.