La alianza entre En Marea y Podemos para las elecciones autonómicas del 25 de septiembre es imposible a estas horas. El escollo radica en la fórmula jurídica de su alianza. Las bases podemitas apoyaron buscar una coalición, vía que usaron en las dos últimas elecciones generales, con un 75% en una consulta con más de 6.000 participantes, pero la nueva formación solo admite que se sume, de manera individual, al nuevo partido.
Al mediodía de este miércoles, la secretaria general de Podemos Galicia, Carmen Santos, revelaba el resultado de la consulta interna, en la que participaron 6.056 de los 12.217 inscritos con derecho a voto. De ellos, 4.576 (75%) avalaron acudir en confluencia con En Marea frente a 1.474 (24,3%) que apostó por ir en solitario.
La militancia podría creer que esa decisión bastaba para comenzar una negociación con En Marea, la fuerza surgida de la unión de Anova, Esquerda Unida y Mareas en Común, para sellar una coalición y lograr más visibilidad y cuotas en las listas que si se "diluyese" en una formación instrumental "ex novo".
Esta vía no solo fue rechazada por Santos y obviada de la consulta, sino que el propio Consejo Ciudadano estatal de Podemos descarta integrarse en un partido, fórmula inédita en su historial de alianzas. Apuesta por primarias propias y luego negociar una coalición con "organizaciones aliadas según el peso político y electoral de cada parte", de acuerdo con un comunicado revelado por la propia Santos y adelantada hoy por este diario.
Sus socios descartan esa vía, molestos por la intención de Podemos de romper la igualdad entre los integrantes del proyecto y lograr un trato preferencial. "Tienen cabida, pero en el acuerdo del 30 de junio", sostienen varias fuentes de En Marea; es decir, si se inscriben de forma individual en un nuevo partido que ya prepara sus primarias para la próxima semana sin contar con Podemos.