La presión sobre las bases de Podemos Galicia se eleva para que apoyen una alianza con En Marea en la consulta interna que concluye mañana y en que decidirán si optan por esta vía o por concurrir en solitario a las elecciones autonómicas. El alcalde de Coruña, Xulio Ferreiro, recordó a la militancia morada que sus primeros espadas estatales, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, apoyan el proceso de confluencia que el sábado constituyó el nuevo partido y rechazó plantearse un escenario donde cada uno vaya por su lado, pero descartó constituir "una coalición creada a pocas horas del cierre del plazo en la que se alcancen acuerdos de última hora para repartir escaños".
Podemos está agitada ante la decisión. Mientras su asamblea ciudadana descartaba unirse al partido En Marea y solo aceptaba como mucho una coalición, Iglesias alentaba el proceso que parte de sus bases rechazan. Incluso en la pasada campaña concedió a Ferreiro un lugar protagonista en el cierre de la contienda electoral. Esa relación contrasta con las tiranteces que el regidor mantiene con la secretaria general podemita en Galicia, Carmen Santos. Este domingo, el primero pidió unidad, pero también aguijoneó a su posible socia. "La gente que está en Podemos no está para atender a unas siglas o a unos colores, sino para defender el cambio político y social en nuestro país", declaró a la Cadena Ser. Además, rechazó buscar un acuerdo centrado en que "se me vea más a mí que a ti".
Su dardo se dirige a la exigencia de Santos de una cuota en las listas y una visibilidad mayor que la de sus socios, en contra de la igualdad impuesta en En Marea, si bien en la gestora que preparó la asamblea del sábado, según denunciaba la cúpula podemita, las Mareas en Común tenían más de la mitad de puestos.
Para Ferreiro, competir por separado en los comicios sería "preocupante, pero no trágico". "Significaría dividir el voto, dividir el apoyo social, dar la impresión de que no nos podemos entender", explicó.
Sobre el candidato a la Xunta de En Marea, el regidor reconoció que el magistrado Luis Villares le parece "estupendo", aunque "hay otros posibles candidatos también maravillosos". A pesar de sus palabras, el juez es el único nombre de consenso que manejan los impulsores del nuevo partido, como son Anova, Esquerda Unida y las Mareas en Común.
Este podría ser aceptado por Podemos siempre que se celebrasen igualmente primarias abiertas, aunque Villares ha transmitido su deseo de no competir con otra figura de calado, como podría ser la propia Carmen Santos.
Ese escenario, lógicamente, solo sería posible en caso de que este martes las bases de Podemos decidan buscar una coalición. En todo caso, sellar esa alianza dependería de las condiciones que impusiese cada bando y no asegura un acuerdo. En caso de rechazar esa opción, las bases gallegas darían la primera gran bofetada interna a Pablo Iglesias.
Su asamblea del jueves ya decidió por amplia mayoría ir en solitario, pero Ferreiro recordó ayer que apenas votaron 200 personas en una organización con 20.000 inscritos.
Dentro de Podemos las aguas siguen muy revueltas y el proceso probablemente provoque que los derrotados en la consulta rompan sus carnés. Críticos con la dirección de Podemos Galicia denunciaron ayer que miembros de la ejecutiva de Santos "hacen campaña por ir en solitario" en las elecciones, en contra del propio deseo de la secretaria general de reeditar la coalición que firmaron en las elecciones generales, según informa Europa Press.
Santos reaccionó defendiendo la cohesión de su ejecutiva, pero también la libertad de opinión dentro de un debate en el que ella apuesta por la confluencia, pero sin "diluir" la marca Podemos dentro de un partido nuevo, opción que no descartaba la mayoría crítica del Consello Cidadán Galego.