Los díscolos del PSOE buscan hueco en las listas para “frenar” la “purga” del oficialismo

A tres meses de las elecciones autonómicas, el PSOE gallego vive una de sus peores crisis internas. La división del partido tuvo tres ejes fundamentales: el cese del exsecretario general José Ramón Gómez Besteiro, forzado por causas judiciales, la elección por parte de la gestora y de Ferraz de Xoaquín Fernández Leiceaga como candidato oficialista para presentarse a las primarias -que ganó-, y el nombramiento de Modesto Pose, como senador por designación autonómica y en contra de la mayoría de los diputados autonómicos. Además, la confección de las listas para las gallegas enfrenta al candidato socialista con el sector crítico y con la propia presidenta de la gestera. Sin bien las diferencias entre Leiceaga y Pilar Cancela se circunscriben exclusivamente al calendario. No es así las discrepancias públicas entre Leiceaga y los díscolos. Mientras el candidato del PSdeG “exige” una “renovación total” para “recuperar” el partido, los críticos consideran que son las agrupaciones las que tiene que elegir a los integrantes de las listas. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, y la exviceportavoz del PSdeG en O Hórreo Carmen Gallego han lanzado serios “avisos” a Leiceaga sobre el proceso de elección para las listas que concurran a las elecciones autonómicas.

El anuncio de José Luis Méndez Romeu de abandonar la política activa ha encendido aún más, si cabe, la crisis interna que se vive en el PSOE gallego, que en plena precampaña para las elecciones autonómica todavía no ha cerrado su hoja de ruta para la confección de las listas.

La intención de Fernández Leiceaga de que los socialistas deben concurrir a los comicios de octubre con un “partido completamente renovado” hace que los enfrentamientos internos se agraven. Porque lo que quiere el candidato socialistas es una “renovación total” de los nombres que han de integrar las listas. Es decir, Leiceaga pretende “poner a dedo” a los militantes que formen parte de las listas. Esto es, al menos, lo que se interpreta desde el sector crítico, que considera que el aspirante socialista a la presidencia de la Xunta pretende “saltar los estatutos y la democracia interna del partido”. Entiende este sector que son las agrupaciones las que deben elegir a las personas que formen parte de las listas.

En este sentido, Abel Caballero ha recordado a Leiceaga que en Vigo “con las mismas personas hemos sacado mayoría absoluta”. También de forma explícita, la que fuera viceportavoz del Grupo Socialista en la Cámara autonómica Carmen Gallego, le ha “refrescado la cabeza” al candidato del PSdeG: “Leiceaga fue en las listas con el sistema que nosotros estamos reivindicando”. Es decir, que son las agrupaciones las que tienen que elegir a los integrantes de las listas. Y para ello la gestora ha aprobado ya un calendario para la confección de listas.

Según el reglamento, del 21 al 28 de julio se celebrarán las asambleas municipales; del 29 al 30 de julio los comités provinciales y el 31 de julio se emitirá un informe de la gestora. Queda pendiente la fecha del Comité Nacional, máximo órgano entre congresos, y a cuya convocatoria se comprometió la presidenta Pilar Cancela para la ratificación de las listas.

En medio de esta “batalla interna”, el sector crítico busca un hueco en las listas para “limitar” las “purgas” que, según aseguran, se van a producir. La propia Carmen Gallego ha sido tajante al denunciar que “renovar las listas no es poner a los amigos”.