La crisis abierta en el gobierno de la Diputación de Lugo, que ha terminado con el bipartito de PSOE-BNG y que amenazaba con trasladarse a los entes provinciales de Coruña y Pontevedra, no tendrá "riesgo de contagio". Así se han pronunciado este miércoles el presidente del organismo coruñés, el socialista Valentín González Formoso, y la vicepresidenta, la nacionalista Goretti Sanmartín. Ambos han comparecido conjuntamente para reivindicar la "buena salud" del gobierno PSOE-BNG en la entidad provincial después de la crisis que ha llevado a la salida del Bloque del gobierno provincial de Lugo. En su comparecencia, Sanmartín ha “desautorizado” el responsable de Organización del BNG, Bieito Loreira, quien este martes anunciaba una “revisión política” de todos los pactos suscritos por el Bloque con el PSdeG. “El caso de Lugo es algo concreto, pero no hay vuelta atrás en los pactos”, afirmó Goretti Sanmartín. En similares términos se han pronunciado la presidenta y vicepresidente de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva (PSOE) y César Mosquera (BNG). Ambos han negado que la crisis de Lugo llegue al ente provincial pontevedrés.
El presidente de la Diputación de Coruña, González Formoso, ha negado riesgo de contagio, después de mostrar su "sorpresa" y "tristeza" por lo acontecido en el ente provincial lucense, donde el grupo socialista pactó con el PP y contó con el voto a favor del diputado no adscrito para sacar adelante los presupuestos.
"Este gobierno conformado por el PSOE y el BNG funciona con total normalidad realizando su trabajo dentro del marco del acuerdo de gobierno firmado en su día y trabajando para que los ayuntamientos puedan disponer de recursos, desarrollar todas las líneas con criterios objetivos, transparentes, siguiendo las directrices acordadas en su día", ha expuesto la vicepresidenta.
Sanmartín, en clara alusión a Bieito Lobeiro, ha asegurado que "no hay ninguna duda" y "ningún problema respecto de la continuidad y de la continuidad larga por parte de un gobierno que funciona en total sintonía, con muy buenas relaciones, con reuniones frecuentes y donde hay propuestas conjuntamente llevadas en todos los organismos de gobierno". "Esperamos poder desarrollar aún más este proyecto con el paso del tiempo y fomentar cada vez más la participación directa", ha hecho hincapié.
Por su parte, el presidente del organismo provincial coruñés ha dicho que "para nada" existe peligro de contagio y ha coincidido en que "la forma de trabajar en Coruña es la que es: un sistema perfectamente organizado que funciona a las mil maravillas".
Esto es así, según ha indicado, "por muchos motivos", el primero de ellos "porque al final la política la hacen las personas" y es "fundamental" el "buen ambiente" en que se trabaja, "tanto con los funcionarios" como en el grupo de gobierno "y también con la propia oposición", a la que ha agradecido "la colaboración constante para sacar adelante los temas en una corporación que es la más plural en la historia de la institución".
"Es fundamental ese buen ambiente para que funcione como funciona; creo que es mejorable dicho ambiente y se nota en la cantidad de planes y propuestas y en la forma distinta de hacer política que se está percibiendo, esperamos, por parte de la ciudadanía", ha apuntado.
En este sentido, ha defendido la "asignación de recursos de forma objetiva" y la "forma de relacionarse con otras instituciones y con los ayuntamientos".
En su opinión, "es triste tener que hacer esta expresión de unión que es absolutamente real, se percibe en el trabajo del día a día, sin necesidad de explicarnos". "Pero bueno, entiendo que las circunstancias son las que son y entristecidos por lo que ocurre en Lugo, pero esperemos que Lugo se contagie de lo que pasa en A Coruña", ha agregado.
En este sentido, ha asegurado que "deberían de aprender el resto de las instituciones, por la forma de trabajar de este gobierno y de la oposición". Así, ha señalado que hay seis grupos y "todos tienen una misma línea de trabajo, más allá de la disputa en los plenos, una colaboración en las comisiones". Al respecto, se ha mostrado convencido de que "irá a más".
Sin vuelta atrás
Preguntada sobre si hay vuelta atrás, Goretti Sanmartín, también miembro de la Ejecutiva del Bloque, ha dicho entender que "en el caso concreto de Lugo en este momento concreto" no la hay.
"Hubo un incumplimiento claro del acuerdo de gobierno. Hubo una firma desleal de un pacto para los presupuestos con el PP por parte del presidente y entendemos que es más que grave para decidir no abandonar el gobierno, es el propio PSOE quien nos sitúa fuera del gobierno", ha criticado.
Sanmartín ha enfatizado que los presupuestos constituyen el documento "más importante" pues "marca los hilos" de la acción de gobierno y ha observado "cuestiones" con las que el BNG no está "de acuerdo", al advertir de "prebendas a favor de determinados ayuntamientos".
"No podíamos mantenernos, y por coherencia y dignidad el PSOE debería no aprobar esta conducta del PSOE provincial en Lugo y de su presidente. Una vez hecho esto y que no hubo rectificación, en estos momentos es evidente que no hay vuelta atrás", ha sentenciado.
Silva y Mosquera niega la crisis
Por su parte, la presidenta de la Diputación de Pontevedra, la socialista Carmela Silva, y el vicepresidente, el nacionalista César Mosquera, coinciden en que la crisis lucense "no es extrapolable". "Nuestra relación es extraordinaria", destaca Silva, que añade que PSOE y BNG forman "un gran equipo que está preocupado por resolver los problemas de los ciudadanos de la provincia, por encima de las cuestiones de partido". La máxima responsable de la Diputación se declaró además "encantada con el equipo de gobierno" que preside.
En la misma línea, César Mosquera sostiene que la crisis de gobierno abierta en Lugo "no tiene repercusión" en Pontevedra, en la medida en que el bipartito provincial "no se plantea ningún desencuentro".