La Policía Local de Ourense detuvo a un joven de 27 años, vecino de Allariz, por un presunto delito de atentado contra la autoridad. Localizado en el centro de la ciudad, su descripción coincidía con la del hombre que el jueves propinó una patada en el estómago al alcalde popular de Ourense, Jesús Vázquez Abad, a las puertas del Concello. Lo hizo entre gritos e insultos. Al máximo responsable del gobierno municipal lo llamó "nazi" y "traidor", además de usar otros descalificativos, en actitud claramente amenazante.
El coordinador del servicio del turno de tarde de la Policía localizó a un grupo de personas, "aparentemente toxicómanas" según un comunicado, y advirtió que uno de ellos podría ser el autor de la agresión al regidor, teniendo en cuenta los datos proporcionados por los testigos de la misma.
En plena plaza Mayor
Hay que tener en cuenta que el incidente se produjo en plena tarde de una víspera de festivo en la plaza Mayor ourensana por lo que muchos vecinos presenciaron los hechos. Además de las características físicas algunos de ellos apuntaron que presentaba síntomas de estas bajo el efecto de estupefacientes. El joven portaba malabares y ese detalle, aportado en las descripciones del jueves, fue uno de los que facilitó la identificación por parte de los agentes.
Apoyo de otra patrulla
Probablemente ante la presencia policial el hombre decidió entrar en unos servicios públicos, los del céntrico parque de San Lázaro de la capital. En ese momento, y tras solicitar el apoyo de otra patrulla, se procedió a su identificación. Según fuentes oficiales el joven no solo reconoció ser el autor de la agresión sino que también se regodeó de ello. "Profirió amenazas de volver a hacerlo cuando pueda", indicaron desde la Policía Local, que en ese momento procedió a detenerlo como presunto autor de un delito de atentando contra la autoridad.
Ya el jueves, el día de la agresión, el alcalde de Ourense, que dio a conocer el incidente en el transcurso de un mitin electoral, quiso restar importancia al incidente. De hecho, Jesús Vázquez decidió no denunciarlo. La noticia de la detención de su agresor le pilló en pleno cierre de campaña pero declinó hacer valoraciones y desde su entorno explicaban que había decidido pasar página al respecto. Ha recibido apoyos tanto de su partido como de la oposición.