El Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo aplazó este lunes hasta julio el juicio a 16 marineros del cerco acusados de desórdenes públicos por los incidentes que hubo en la ciudad del 6 de marzo del 2014. Los profesionales salieron desde el puerto del Berbés para reclamar mayor cuota de xarda y marcharon hacia las dependencias de la Xunta. Al no ser recibidos, supuestamente lanzaron plomos de pesca, petardos, trozos de adoquines y piedras contra los antidisturbios que protegían la sede oficial. Incluso están imputados por quemar la bandera de la UE que bajaron de un mástil del edificio de la Xunta. De regreso al Berbés, protagonizaron una batalla campal contra los antidisturbios.
El fiscal pide 3 años de cárcel para cada uno de los acusados, lo que suma 48 años. Uno de ellos, A. P. G., se enfrenta además a una petición de multa de 2.160 euros por tres faltas de lesiones a policías, a los que deberá indemnizar, si resulta condenado, con 5.060 euros.
El día de los incidentes, unos 400 manifestantes se concentraron en O Berbés en un acto de protesta que, según la Fiscalía, no había sido convocado oficialmente ni comunicado a las autoridades competentes. Una vez en el edificio de la Xunta, exigieron hablar con los representantes políticos y, al no ser recibidos, comenzaron los ataques contra la policía.
La Fiscalía sostiene que los 16 implicados, "con la clara finalidad de atentar contra la paz pública y la pacífica convivencia", provocaban a los manifestantes y los animaban a invadir la sede autonómica, “pasando por encima de la Policía”, y los “incitaban a la violencia” diciendo: “Vamos a ver si hay que actuar, o si hay que romper todo”.
La acusación recalca que tres agentes resultaron heridos. Achaca a A. P. G. el lanzamiento de tres petardos contra los guardias. Uno de ellos pasó 79 días de baja por una abrasión en la piel de sus pies cavos (con más curvatura de lo normal en la planta). Otro necesitó colirio para los ojos.
Contenedores en llamas
Aparte de las lesiones, el edificio de la Xunta (en Montero Ríos) sufrió "cuantiosos" daños, como cristaleras rotas, por el lanzamiento de objetos contundentes.
La Fiscalía recalca que los manifestantes, de regreso hacia el puerto pesquero, cortaron el tráfico, causaron destrozos en la vía pública y tiraron y quemaron contenedores. M. G. y A. C. están acusados de lanzar estos recipientes de basura en llamas contra la calzada.
Una vez en O Berbés, los manifestantes se enteraron de que la policía había detenido a un marinero y, según el fiscal, reanudaron los disturbios. Hicieron caso omiso de la policía, que les pedía que permaneciesen pacíficamente en el recinto. "Pero instigaron a la violencia, rompieron el cordón policial a empujones y patadas, y comenzaron a tirar a los policías piedras, adoquines, conos, bolardos de hierro que arrancaron", dice el escrito fiscal.
Al parecer, varios coches policiales quedaron destrozados y muchos agentes lesionados, que tuvieron que protegerse tras un furgón también dañado. El fiscal retira la acusación a J. C. G., por falta de pruebas.