El elegido candidato socialista para aspirar a la presidencia de la Xunta en las autonómicas de este otoño ahondará en la división interna del PSdeG sobre el futuro de alianzas del partido tras los comicios gallegos. Pero también estas divisiones se verán después del 26-J. Porque según el resultado de las urnas, el PSOE tiene que mostrar sus cartas en los municipios gallegos -principalmente en Coruña, Santiago y Ferrol- en los que el PSdeG ha dado las alcaldías a las Mareas.
Por eso, uno de los puntos, quizás el principal, de confrontación entre Fernández Leiceaga y Méndez Romeu fue la relación con las Mareas en caso de necesitarse mutuamente para acceder a la Xunta. Romeu se negaba en redondo a pactar con ellas aunque de ello dependiera el sillón presidencial de San Caetano, mientras que Leiceaga es partidario de entablar una cauce de diálogo y entendimiento con ellos, una tesis con la que también coinciden la expresada por la presidenta de la gestora del PSdeG, Pilar Cancela. Con su triunfo, vence pues la línea de rehuir del choque directo con las Mareas y crear el escenario adecuado para una eventual concertación en caso de que el Partido Popular no obtenga la mayoría absoluta.
Xoaquín Fernández Leiceaga (Noia, 1961) tiene además el reto de dar vida de nuevo al PSdeG y evitar que se convierta en la tercera fuerza política del Parlamento gallego. Ya lo fue tras las elecciones autonómicas de 1997, cuando se vio superado por el BNG, y en las pasadas generales del 20 de diciembre, cuando En Marea, aunque empató en número de escaño, le superó en votos.
Militó durante veinte años en el BNG y fue concejal nacionalista en Santiago y ahora encabezará la candidatura a la Xunta por el PSdeG. Profesor universitario y sin escaño, fue un gran colaborador del expresidente Emilio Pérez Touriño durante su primera etapa como diputado autonómico. Fernández Leiceaga, o Xocas, como se refieren a él en su círculo íntimo, se definió desde un inicio como un candidato "de nadie" y "contra nadie", tal y como explicó en el momento en el que decidió dar este paso, en un año complicado marcado por la dimisión, el pasado 18 de marzo, del último secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, investigado por la jueza Pilar de Lara en dos causas judiciales e imputado de diez delitos.
Pero aunque se definió como un candidato de nadie, a pesar de que Romeu lo calificaba como la propuesta del aparato, ayer recibió efusivas felicitaciones de Pilar Cancela tras su triunfo.