Todos están pendientes de la decisión de Alberto Núñez Feijóo. Desde el PPdeG, pasando por todos los partidos de la oposición, hasta la propia ciudadanía gallega esperan como agua de mayo conocer el futuro de Feijóo. Y ese futuro se va desvelando poco a poco. Precisamente, en la mañana de este jueves, Feijóo ha confirmado que desvelará su futuro este sábado en la junta directiva del PPdeG.
Al término del Consello de la Xunta, el jefe del Ejecutivo gallego ha admitido que Rajoy ya conoce su decisión: "Él ya sabe lo que hablamos". Sobre las declaraciones del presidente del Gobierno en funciones en las que decía confiar en que Feijóo haría lo mejor para él y su partido, el presidente de la Xunta declinó manifestarse. Mientras, el PP en bloque da por hecho que optará a un tercer mandato.
Presión interna
Al margen de estas afirmaciones, sí hay algo nuevo. Porque Feijóo no es de los políticos que se distingan precisamente por mantener la incertidumbre. Pero tanto él como su partido se juegan mucho en las autonómicas. Por eso, tampoco falta dentro y fuera del partido quien interpreta que la probable continuidad de Feijóo al frente del PPdeG tiene mucho que ver con la presión a la que lo somete su partido, un extremo negado por él por activa y pasiva. Sin embargo, en las últimas semanas no ha pasado ni un solo día sin que algún cargo del PP se haya deshecho en elogios hacia el de Os Peares.
Este miércoles mismo lo hizo el portavoz del PP en el Senado. José Manuel Barreiro que reiteró que Feijóo es "el mejor activo" del PPdeG, por lo que no ocultó que “sería bueno y muy positivo para Galicia que continuase liderando el partido y que continúe siendo el presidente de los gallegos”. Palabras que podrían ponerse en boca de Rajoy, Casado, Rueda o Puy, entre otros.
Sin embargo, no faltan lo que tienen otra teoría: que Feijóo se vio atrapado por su propia duda, ya que estiró tanto la toma de una decisión a la espera de que se despejase el panorama político nacional tras las elecciones, a la espera del cacareado hueco en Madrid, que llegó a las puertas de las autonómicas sin preparar su relevo en Galicia.
De todas formas, aunque finalmente este sábado, como se espera, anuncie su decisión, el misterio alrededor de Feijóo no desaparecerá. Tan solo cambiará la pregunta: ¿adelantará las elecciones? Habrá que esperar, porque este sábado toca otra cosa.