El pasado viernes, los ganaderos que rodeaban con sus tractores la muralla de Lugo decidieron poner fin a su protesta, una acción que según el presidente de la Federación Gallega del Comercio, José María Seijas, tuvo un impacto económico en las ventas del comercio de "entre un diez y un quince por ciento".
Seijas lamenta que los miembros de Agromuralla se hayan visto abocados a esta situación, puesto que entiende que el lácteo es "un sector que hay que defender porque es muy importante para la provincia". No obstante, considera que es necesario "buscar otros métodos, porque esto tampoco es favorable para ellos".