La familia del menor arrestado tras la pelea en As Gándaras denuncia abuso policial

La fiesta de Fin de Año que celebraba una treintena de miembros de una familia de etnia gitana en un local de Camiño da Roca, en el barrio de As Gándaras, terminó a las cuatro de la madrugada del viernes a palos, con varios heridos y arrestados, cuando 15 agentes de la Policía Local se disponían a disolverla, debido a las repetidas denuncias por ruido que realizaron varios vecinos, según informa el diario El Progreso.

El parte de guerra de la batalla campal que puso fin a esta fiesta de Nochevieja fue de seis policías locales heridos, uno de ellos tuvo que recibir siete puntos de sutura en la cabeza, tras ser golpeado con una barra de hierro, según recoge el informe oficial, y tres miembros de una familia de etnia gitana acabaron detenidos en los calabozos de la Policía Nacional, uno de ellos de 16 años. Los arrestados, que fueron puestos en libertad, y la hermana de este menor también recibieron asistencia médica.

Denuncia familiar

La versión del atestado difiere, como la noche y el día, de la facilitada por los padres del menor que fue arrestado. Su progenitor, Isaac Gabarri, aseguraba este viernes que presentará una denuncia en el juzgado contra la Policía Local, en general, y contra dos agentes, en concreto, por "abuso" debido a las agresiones sufridas por su hijo, de 16 años, y por su hija, de 15.

Además, anunció que recogerá firmas entre sus vecinos para acreditar que es una familia integrada y que no se mete en conflictos. El menor asegura que un agente le pegó un puñetazo en un ojo y que otro le agredió varias veces con la porra en la espalda y le arrastró "seis o siete metros" por el suelo para sacarlo del local e introducirlo en el coche patrulla.

Añade además que cuando lo introducía en el vehículo policial esposado le golpeó dos veces con el bastón extensible en las costillas y le espetó: "¡Vete de Lugo, que como te vea aquí te mato!". Este adolescente, que fue trasladado primero por la Policía Local al Punto de Atención Continuada de Fingoi para recibir asistencia médica y después por sus padres al Hula, explicó que tiene también un dedo inflamado porque se protegió con la mano para evitar que un agente le golpease con la porra en la cabeza. Además de los hematomas en el ojo izquierdo y en la parte baja de la espalda, tiene otro en un muslo.

También acudió al servicio de urgencias del Hula su hermana, de 15 años, que aseguró que recibió un golpe en el abdomen durante el altercado que se registró en el local de As Gándaras.

Encañonada.

Isaac Gabarri afirmó además que un agente empujó a su hermana, que es discapacitada física, y que después le encañonó con su pistola a la altura de la cadera cuando estaba tendida en el suelo. Fue el padre del menor el que aseguró que este no le abrió la cabeza con una barra de hierro a uno de los policías. "Mi hijo no agredió a nadie", dijo Isaac Gabarri, que añadió que es "un chaval muy tranquilo, muy querido por sus amigos, educado, obediente y que no tiene problemas por ningún lado".

Señaló que el agente que recibió siete puntos de sutura en la cabeza se cayó porque el local estaba a oscuras y se golpeó contra las barras metálicas de un puesto ambulante que tenía montado su familia en el local para la fiesta que estaban celebrando. Explicó que cuando acudió junto a su primogénito al PAC de Fingoi, debido a que él no estaba presente en la fiesta, se encontró con que tenía las esposas puestas y le exigió a los agentes que se las quitasen porque es menor de edad.

Isaac Gabarri dijo que en el local en el que celebraban la fiesta no molestaban a nadie. "No se hace todos los días. Era Nochevieja", precisó. Advirtió de que a las tres de la madrugada apagaron la música, que aclaró que "no estaba alta porque eran altavoces de solo 80 vatios". Aseguró que el altercado se produjo cuando entraron a la fuerza los policías, que "tiraron la puerta abajo sin tener orden judicial" y que fueron estos los que apagaron las luces al desconectar los cables que estaban enganchados. El progenitor del menor arrestado se pregunta "si a los policías les gustaría que agrediesen a sus hijos, menores de edad, como le pasó al mío".