La Inlac, la interprofesional que engloba a todo el sector lácteo -tanto de la rama de producción como Asaja, COAG, UPA y Cooperativas, como de la rama transformadora (Fenil) e industrias-, ha alcanzado este martes un principio de acuerdo sobre el texto del contrato homologado para el suministro de leche cruda de vaca, que deberá ser ratificado el miércoles, 16 de diciembre, por cada una de las organizaciones miembro para su entrada en vigor.
En concreto, el contrato homologado tendrá implicaciones para ambas partes en cuanto a la duración, los periodos y el volumen de leche a entregar con un margen de variación del 10% o la fijación de un precio fijo, mixto o variable sometido a diferentes referencias, así como las condiciones de pago, según ha informado la interprofesional en un comunicado.
El contrato también recoge cláusulas referidas a la calidad y trazabilidad de la leche, la duración y la prórroga o las condiciones de renovación y modificación del contrato, entre otras. Desarrolla el real decreto 125/2015, que supone la evolución del paquete lácteo en un entorno de liberalización.
Inlac ha recalcado que desde que el 9 de octubre se constituyera el comité consultivo con la distribución "no se ha dejado de avanzar" en los compromisos establecidos para el desarrollo del acuerdo de estabilidad y sostenibilidad de la industria láctea.
En el acuerdo lácteo firmado en septiembre en Madrid figuraba el compromiso de sellar un contrato tipo homologado que permita una mayor transparencia a la cadena y dote de mayor estabilidad al sector. Entre otras cuestiones, los ganaderos reclaman unificar unos criterios sobre calidades de la leche, con el fin de que la industria no se escude en cuestiones como nivel de grasa o proteínas para ofrecerles precios a la baja.
Los integrantes de este comité, Inlac y las organizaciones de la distribución, ya han aprobado un documento en el que se recogen las alternativas existentes para informar sobre el origen español de la leche y de los productos lácteos.
Además, se establece un procedimiento de comunicación entre los distintos miembros de la cadena para velar por la valorización de la leche y los lácteos en su comercialización, un protocolo de resolución de incidencias en el caso de banalización de estos productos.
Aviso de los ganaderos
Sobre este contrato homologado, en declaraciones a Europa Press, el líder de Unións Agrarias, Roberto García, ha avisado de que "no deja de ser un tema meramente formal que no resuelve el problema de fondo, que son los huecos del contrato donde hay que poner cuánta leche se va a recoger, a qué precio se va a recoger y si es fijo o variable, así como qué criterios de indexación o primas por calidad se van a usar".
Al respecto, deja claro que le "sorprende las expectativas que desde la Consellería de Medio Rural y del Gobierno se quiere dar a este contrato", que "no deja de ser más que un único contrato con el que se podrá comparar lo que pagan las distintas industrias, que van a tener que utilizar un mismo modelo" y que "no puedan variar las condiciones técnicas a utilizar como contar todas con laboratorios interprofesionales".
Por ello, García remarca que "lo sustancial" es que el Ministerio publique el decreto de cesión de precios -para saber a qué precios compra y vende la industria- y que en la negociación "se incluya la cadena de valor para la fijación del precio sostenible" a cobrar por parte del ganadero, de manera que los incrementos al consumidores de la distribución "queden en la cadena para que se rentable para el ganadero, la industria y la distribución".
En esta línea, García valora que "en la práctica" el contrato homologado lo que va a "impedir" es que una industria determine "un tipo de contrato diferente de otro", de forma que las empresas no puedan hacer acuerdos "con condiciones leoninas solo a unos".
Líneas rojas
Al respecto, García ha señalado que los representantes de los productores han ofrecido una redacción alternativa para tres puntos que los ganaderos consideran "líneas rojas", como son no incluir una cláusula de confidencialidad que algunas industrias demandaban, la cual "además de ilegal, rozaba la ley mordaza", ya que con ella los ganaderos no podían hacer llegar su contrato a una organización agraria para saber si es "abusivo o no".
También se hace una redacción para que "no sea el ganadero el responsable de las campañas de saneamiento", pues "son obligatorias" y "es la administración la que vela para que no se pueda vender carne ni leche en una explotación que no está sanitariamente autorizada", de forma que "no tenía sentido" que figurase ese requisito, porque "iba a ser interpretado por algún empresario como disculpa para retener liquidaciones".
Asimismo, están pendientes las relaciones contractuales entre la industria y los primeros compradores que no sean ganaderos. Al respecto, la industria "tendrá que decidir" este miércoles, 16 de diciembre, en la reunión que va a celebrar si acepta estos cambios redactados, igual que los ganaderos -antes del miércoles a las 17:00 horas- para sellar el contrato homologado de forma definitiva. Todo ello, mientras continúan las protestas de productores en Galicia por los bajos precios de la leche.
Satisfacción de la Xunta
Por su parte, la Xunta ha emitido un comunicado en la tarde de este martes en el que se felicita por este principio de acuerdo en la Inlac, que ha contado con la supervisión del Ministerio de Agricultura, ya que supondrá mayor "transparencia" para el sector.
Al respecto, la Consellería de Medio Rural apunta que medió entre las partes para que se pueda rubricar un contrato tipo que estaba incluido en las medidas a desarrollar en el acuerdo lácteo firmado en Madrid el pasado mes de septiembre.