La empresa Serunión, que presta actualmente el servicio de los comedores del Ayuntamiento de Santiago, también ha manifestado su intención de renunciar a la nueva concesión que le correspondía tras haber dado el mismo paso las otras dos empresas que tenía por delante en el concurso: Villasenín -Ruta Jacobea- y Perea Rojas.
Ruta Jacobea comunicó la decisión este lunes aduciendo razones de "incapacidad" para asumir el servicio. Previamente, había rechazado la adjudicación la firma malagueña Perea Rojas, a la que la Xunta rescindió el contrato para atender comedores escolares en varias localidades por irregularidades en los menús.
Este martes estaba prevista la reunión a primera hora de la mesa de contratación, en la que debía formalizarse la concesión a Serunión. Finalmente, no pudo celebrarse por un problema de salud del secretario y queda pendiente para "los próximos días". "Si puede ser, mañana", ha señalado el alcalde de la capital gallega, Martiño Noriega.
En todo caso, el regidor ha confirmado que ya se ha tomado constancia de la renuncia de Serunión a este servicio, la tercera que se produce. Ahora, en el apartado jurídico legal, tocará a la mesa estudiar lo ocurrido y proponer una solución a la junta de gobierno, puesto que ésta era la última firma del concurso.
Desde el punto de vista político, Noriega ha enviado un mensaje de "tranquilidad" a los padres y ha garantizado que el servicio se seguirá prestando "con normalidad" hasta que se solucione el problema. Continuará en manos de Serunión "estos días", toda vez que ese era el compromiso "mientras que no se resolvía la situación".
"Motivos inespecíficos"
Preguntado acerca de las razones que esgrime Serunión para dar este paso, el alcalde ha aludido a "motivos inespecíficos" y, si bien ha rechazado "abonarse" a cualquier tipo de "teoría conspiranoica", ha reconocido que después de ocho años en una administración local "nunca" ha visto nada igual. "Que en un servicio en el que se mejoran los pliegos, aumentan los precios a pagar por la prestación de servicios, haya una renuncia encadenada de las empresas que acuden", ha precisado.
En el caso de la primera que dio el paso, Perea Rojas, ha asegurado que se podían "entender" las razones en la medida de la "alarma social" que se produjo tras la anulación de los contratos que había asumido con la Xunta. "En las otras dos, las razones las sabrán ellas", ha señalado, para apostillar que "parece ser que es por cuestión de carga de trabajo".
"No sé en qué medida la decisión de la Xunta de haber anulado concesiones conllevó a un movimiento de fichas que conllevó una mayor carga a las empresas que imposibilitan que se hagan cargo del servicio de Santiago", ha reflexionado, a renglón seguido, para concluir que, en todo caso, es una situación anómala desde el punto de vista de la tramitación administrativa.
De hecho, ha apuntado que "ni los propios miembros" de la mesa de contratación, algunos con muchos años de experiencia en este tipo de concursos, se habían visto "nunca" en una situación así.
Analizar los pasos a dar
Ahora lo que queda, según ha explicado Noriega, es que la mesa estudie "las herramientas" de las que dispone el Ayuntamiento para solucionar este problema. "(Habrá que ver) si hay que ir con un nuevo concurso o se puede activar un mecanismo de contratación directa para emergencias", ha ejemplificado.
Sobre el plazo para resolver la situación, ha replicado que "dependerá mucho" de la propuesta de la propia mesa y de si hay que activar un nuevo concurso o se puede habilitar una solución directa. "No me quiero adelantar", ha remarcado, para insistir en que la reunión del órgano de contratación se celebrará "lo antes posible".