Demasiada prisa para presentar una moción de censurar y apartar del gobierno provincial lucense al PP. Pero pasan los días y las semanas y el nuevo ejecutivo bipartido -PSOE y BNG- no se pone de acuerdo para formar un equipo de gobierno. Al menos es lo que se desprende de las declaraciones de uno y otro socio del gobierno provincial. Un ejecutivo, por cierto, inexistente y que tiene al organismo paralizado. Por eso, una vez más, el nuevo presidente de la Diputación de Lugo, el socialista Darío Campos, ha anunciado este jueves que tendrá el gobierno provincial conformado el próximo lunes. Dos semanas después de la moción de censura apoyada por PSOE y BNG para desalojar al PP de la presidencia de la institución provincial, Campos ha anunciado, antes de inaugurar un congreso sobre estadística que se celebra en el Pazo Provincial de San Marcos, que el lunes tendrá el gobierno perfilado.
"El gobierno, si no hay novedad, el lunes os convocaremos para comunicároslo por la mañana", ha adelantado a los periodistas. Al respecto, ha justificado la demora en que "se está buscando la persona ideal para cada área". "Estamos mirando de reestructurar alguna área para el buen funcionamiento de las mismas", ha apostillado.
Ante las exigencias del BNG de no entrar a formar parte de una junta de gobierno con imputados, que en el PSOE son tres -los alcaldes de Becerreá, Pol y la alcaldesa de Viveiro-, Campos ha explicado que "se está acabando de rematar esas negociaciones". "En principio el lunes estará formada la comisión de gobierno para ponerse a trabajar al día siguiente", ha subrayado.
Campos ha reiterado que los 13 diputados provinciales, once del PSOE y dos del BNG, se integrarán en ese gobierno provincial, "salvo que no quieran, van a estar todos porque todos forman parte del equipo de gobierno obviamente".
Organigrama
El presidente provincial ha precisado que el organigrama del gobierno no se debatirá en el pleno del próximo martes, sino que se tendrá que convocar otra sesión de organización.
Sobre la entrada en el gobierno del alcalde de Becerreá, Manuel Martínez, vetado en su día por el BNG y que en el pleno del 24 de junio votándose a sí mismo y luego en blanco, propició la entrada en el ejecutivo provincial de los populares, se limitó a afirmar: "Eso espero".
Una de las condiciones de Martínez, tras renunciar a presidir la Diputación de Lugo, pasa por ser el responsable de Vías y Obras, delegación que ya había llevado en la pasada legislatura.