Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que se encargaron de analizar, a través de las posiciones de sus móviles, la ubicación de los padres de Asunta, únicos imputados por la muerte violenta de su hija, no han arrojado luz sobre la causa que se juzga en Santiago.
En una nueva sesión dedicada a las pruebas periciales, estos expertos han explicado que desde el teléfono de Rosario Porto, madre de la víctima, se pueden identificar hasta tres conexiones durante la tarde del 21 de septiembre de 2013, cuando se produjo el asesinato.
Los repetidores de la capital gallega y de los alrededores captaron el teléfono de Rosario a las 14:29 horas en las inmediaciones de su céntrico piso compostelano, a las 19:29 se la sitúa en Teo y a las 21:52 de esa luctuosa jornada, ya de nuevo en el casco nuevo de la capital gallega.
En su teléfono, recibe esta mujer, que es abogada, tres llamadas "infructuosas", es decir, que no llegan a ser contestadas, y cuya procedencia es el teléfono fijo de la propia casa de Rosario Porto. Ocurre esto a las 17:43 horas.
El teléfono de Alfonso Basterra no tiene conexión alguna entre las 12:01 y las 20:43 horas, los únicos momentos en los que es captado, la única actividad, por tanto, de su celular hasta que trasciende la desaparición de la menor, y en ambos casos en Compostela.
"Entre esas horas no recibe comunicación alguna, ni de voz ni de mensajes. Pero podía estar encendido (el móvil)", ha explicado este lunes en la sala uno de los peritos.
A partir de las 20:43, con un telefonazo a la casa de Rosario, el móvil de Alfonso sí "empieza a generar llamadas", tanto dirigidas al móvil y a la casa de Rosario Porto, como al teléfono de la víctima, Asunta.
La abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra son los únicos acusados de la muerte violenta de su hija, cuyo cadáver se halló en una pista forestal de Teo el 22 de septiembre de 2013.