El presidente de la Autoridad Portuaria de Coruña, Enrique Losada, junto con personal técnico del organismo público y de las empresas constructoras, acompañó este viernes a una veintena de ingenieros en una visita realizada a las obras del tramo del túnel que enlaza el Parrote con la fase ya abierta del túnel de la Marina.
Esta visita se enmarca en las actividades que organiza el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Galicia, con el fin de conocer en profundidad las actuaciones más relevantes en materia de ingeniería que se desarrollan en la Comunidad ghallega. El decano de la entidad colegial, Ricardo Babío, se mostró impresionado por la magnitud y el desafío técnico de la obra. Destacó el reto que supone construir en pleno centro de la ciudad un entronque subterráneo con cruces a dos niveles y a más de diez metros de profundidad. "Las dos claves de esta obra son la complejidad y la utilidad social", subrayó Babío, para añadir que "esta obra es un referente de primer nivel para los ingenieros, y de cara al ciudadano supone una gran mejora para la movilidad que beneficiará tanto al peatón como al conductor, ya sea coruñés o visitante".
Los ingenieros realizaron el recorrido partiendo del enlace del túnel con el parking del Parrote y recorrieron la parte más compleja de la obra, que es el entronque con el tramo de la Marina. En concreto, atravesaron el ramal que transcurre por debajo del túnel de María Pita, y que va a conectar directamente con la avenida de Alférez Provisional. Este tramo tiene una longitud de 520 metros, mientras que el ramal que parte de Alférez Provisional y conecta con el túnel del Parrote es de 485 metros. La altura total es de 6 metros, 5 de ellos libres, y la instalación cuenta con dos pozos de bombeo para drenaje. Uno de los elementos más singulares, que destacaba el decano del Colegio de Ingenieros de Caminos, es la profundidad del túnel, que alcanza 10,5 metros por debajo de la explanada.
Sistema de control
Al igual que el tramo de la Marina, este ramal está revestido por paneles de acero vitrificado, que presenta una gran resistencia y permite optimizar la iluminación, así como un sistema de control de incidencias a través de videovigilancia con un software que calibra colisiones o intrusiones de peatones. Además, cuenta con un sistema de seguridad con dos vías de evacuación, situadas cada 250 metros.
La obra se encuentra en su fase final de ejecución, con la previsión de concluir los trabajos entre finales de octubre y principios de noviembre. A continuación se abordará la coordinación del tráfico y la señalización vial, una tarea que durará dos o tres semanas y que ya permitirá poner el túnel en servicio. Respecto a la obra en superficie en el área de Puerta Real, se estima que también a finales de octubre o principios de noviembre se retomará la urbanización de este último tramo.