Este miércoles, séptima sesión del juicio por el crimen de Asunta Basterra (este miércoles con la presencia de los acusados). La empleada de hogar de Rosario Porto ha abierto la ronda de declaraciones programada para la jornada de hoy, que con 15 testigos se prevé extensa. La trabajadora doméstica y cuidadora de la niña destacó que la menor tenía "una salud perfecta". "Asunta era una niña sanísima", afirmó. A ello añadió que no tenía noticia de que sufriese alguna enfermedad o, al menos, sus padres no se lo habían transmitido. Con respecto a la alergia que padecía la joven, negó que la viese estornudar en primavera y que "nunca" la había oído bromear sobre el número de estornudos.
A la niña, con quien pasó una semana de vacaciones en la aldea en el mes de septiembre, la describió como "perfecta", "inteligente" y "obediente". En cuanto al clima familiar de los Basterra-Porto declaró: "Cuando trabajaba allí, para mí era la familia idílica".
Según su relato, Asunta le contó que tenía "mal sabor de boca" después de haber estado "malita" varios días antes de su muerte el 21 de septiembre de 2013.
A continuación una vecina del mismo inmueble de la madre relató que, en el momento en que se tuvo conocimiento de que había aparecido el cadáver de la niña, el padre se lo contó en la puerta de casa "muy serio" y ella rompió a llorar, tras lo que este se abrazó a ella e hizo lo mismo. "Solo espero que no la hayan violado", ha rememorado esta testigo que le confesó en ese momento.
En tercer lugar acudió a declarar una madre de una compañera de Asunta, que ha afirmado desconocer que la menor tuviese ninguna enfermedad.
"La niña estaba como drogada"
Una profesora de la escuela de altos estudios musicales donde Asunta tomaba clases testificó que un día de julio la niña le dio una sensación de "sonambulismo". "A mí no me atendió cuando le llamé la atención en el aula. Por lo que me comentaron no era capaz de tocar, tenía clase de orquesta y clase de piano, había programado un pequeño concierto por la tarde y la quitaron de este concierto porque visiblemente no podía coordinar", ha expuesto.
La niña aseguró que estuvo durmiendo dos días y se mostró indispuesta en clase. Estaba mareada y dijo a sus profesores que había tomado unos polvos. "¿Quién te los dio?" le preguntaron. "Mamá", dijo la niña. "¿Y a mamá?", inquirió la profesora. "Una señora en el portal", le respondió la menor.
Basterra había llevado a la niña al centro pero a recogerla fue su madre, a la que la profesora le comentó lo ocurrido. Según su testimonio, Porto le respondió que "la llevaría al médico."
Otra docente relató que Alfonso le dijo que Asunta estaba "drogada" porque tomara antihistamínico contra su alergia. "Nadie me quiere decir la verdad, yo no tengo alergia, me dieron unos polvos blancos, me dijo Asunta", testificó. Sobre su impresión acerca del núcleo de los Basterra-Porto, esta profesora describió que le parecía "una familia modélica".