El pleno de la Diputación Provincial de Pontevedra se convirtió este viernes en un cruce de reproches a propósito del futuro de Ence en Lourizán. Una gran cantidad de público, formado principalmente por potenciales afectados por el cierre tanto de la pastera como de Elnosa, acudió a la sesión e hizo patente su deseo de que se garanticen sus puestos de trabajo a través de una prórroga en la concesión de Costas, que actualmente finaliza en 2018.
Tal y como estaba previsto, se dejó hablar al presidente del comité de empresa de Ence, Pedro Soto, y también a los representantes de la Plataforma Proindustria, aunque estos últimos no entraban en el acuerdo al que los afectados habían llegado con la presidenta provincial, Carmela Silva.
En un ambiente enrarecido, los diputados del PP respaldaron las palabras de los trabajadores de Ence Elnosa y abandonaron sus escaños antes de que se votará una moción sobre el nuevo hospital de Vigo.
Concretamente, abandonaron sus escaños cuando la presidenta, la socialista Carmela Silva, negó el permiso para que un tercer trabajador -tras el presidente del comité de empresa y un representante de la industria asociada a la pastera- expresase su opinión sobre la decisión de la Diputación de oponerse a la renovación de la concesión de la fábrica, que caduca en 2018, según la Ley de Costas de 1988.
Protesta a las puertas
Varios centenares de personas se concentraron, además, ante el Pazo Provincial para mostrar su rechazo a la decisión de la Diputación y unos 100 accedieron al salón de plenos tras identificarse en la entrada, una práctica no habitual.
El pleno comenzó en calma con la intervención de Pedro Soto, presidente del comité de empresa, que reiteró la postura de la plantilla, coincidente con la de la dirección de la empresa de que Ence apenas contamina y de que da trabajo en un modo u otro a más de 5.000 personas, según un informe de 2011 de la consultora KPMG elaborado a instancias de la compañía.
La fábrica "está donde está", certificó el representante de los trabajadores, que emplazó a los diputados a no tomar decisiones "frías" y dijo que los socialistas como él -milita en UGT- deben defender los trabajos y no tomarse la cuestión "con ligereza".
Monotemático
Tras Soto intervino un portavoz de las industrias auxiliares en términos semejantes y entre aplausos del público, y a continuación Silva quiso dar paso al orden del día, en el que se debatían mociones sobre el sector lechero y el nuevo hospital de Vigo -un portavoz de la asociación en defensa de la sanidad pública había igualmente intervenido tras los partidarios de Ence.
Como había algún partidario de Ence más que quería hablar, la portavoz del PP, Nidia Arévalo, pidió que se le concediese la palabra, a lo que la presidenta se negó, acusando al PP de querer "manipular" a los trabajadores y recordar que los populares eran hasta el pasado marzo formalmente partidarios del traslado.
La moción sobre la leche se debatió pero no la de la sanidad, porque el PP siguió pidiendo la palabra para el público sin éxito, momento en el que sus diputados se levantaron y se fueron, ante las críticas de Silva, que les reprochó que no se quedasen a debatir la cuestión del hospital y les afeó los "recortes laborales" del Gobierno de Rajoy. En el exterior, el diputado Ángel Moldes criticó ante los medios que se limitase el acceso al edificio. "No pasó ni con las preferentes", recordó.