Pues nada. Las políticas del Gobierno y de la Xunta han vuelto a levantar al sector lácteo gallego. Los responsables del Ministerio de Agricultura y de la Consellería de Medio Rural no se han enterado que la liquidación de la cuota láctea, la caída de los precios del producto y el incremento del coste de los alimentos estrangula la viabilidad de centenares de explotaciones ganaderas gallegas. Pero, ni por esas.
Además, los contratos de suministro tampoco suponen ninguna garantía para los ganaderos, obligados a vender la leche sin margen, e incluso por debajo de los costes de producción en un sector de paradojas en el que quienes más pagan son justamente los que producen para marcas blancas.
Por mucho que el conselleiro de Industria pida "corresponsabilidad" y "realismo" para afrontar la crisis del lácteo, el señor Conde parece que tampoco se ha enterado que no es entendible para el sector ni para el consumidor que esto ocurra en un país que no es autosuficiente. Y doloroso para Galicia que tiene en esta actividad un importante soporte de su economía.
La esperada cumbre en el Ministerio de Agricultura ha sido una decepción más de las políticas del Gobierno frente a la angustia de un sector que no puede aguantar más. Descartar intervenir en los precios de la leche deja a los ganaderos gallegos contra las cuerdas y echará más leña a un fuego que Gobierno y Xunta son incapaces de apagar.
La caída de los precios amenaza la viabilidad de un sector tradicionalmente estrangulado por la estrechez de los márgenes. Pero como siempre, la conselleira de Medio Rural ni se entera. Pero la señora Quintana sigue ahí, sin hacer nada.