"Los precios no se pueden acordar ni pactar. No lo permite la legislación española ni la comunitaria y así nos lo ha dicho la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Pedir que se fije un precio es legalmente imposible". Así de contundente se mostró este marte la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, al término de la cumbre del sector lácteo celebrada en Madrid para buscar una salida a la crisis en la que está sumido.
De la reunión, que se prolongó casi tres horas, salió únicamente un borrador con medidas que ganaderos, industria y distribución se comprometerán a aplicar solo después de trasladarlas a sus respectivas organizaciones y de aprobar el documento final, previsiblemente en septiembre, después del Consejo de Ministros de Agricultura previsto para el 7 de septiembre en Bruselas. Pero está por ver cuántas acepta cada uno de los actores y su impacto en los precios.
Aunque las palabras del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, asumiendo la difícil situación que atraviesan los productores habían generado muchas expectativas sobre lo que Agricultura pudiera hacer al respecto, finalmente el resultado no dejó en absoluto satisfechos a los ganaderos. "Las movilizaciones van a continuar porque lo que es ilegal es que a un ganadero se le pague por debajo de lo que le cuesta producir, las medidas a medio plazo están muy bien, pero hay que resolver el problema de la gente que está perdiendo dinero todos los días", resumió el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, en alusión a las afirmaciones sobre la imposibilidad de fijar un precio mínimo como ha hecho Francia. Tampoco COAG salió satisfecha, ante la falta de medidas inmediatas.
García Tejerina insistió, de hecho, en que el caso galo había sido un acuerdo alcanzado por el sector y no una decisión del Gobierno, e instó a ganaderos, industria y distribución a proponer mejoras al borrador distribuido ayer y aprobarlo cuanto antes. "El Gobierno implementará todas aquellas medidas que sean legalmente viables", subrayó, añadiendo que se había comprometido estudiar una "ayuda adicional", por lo que había pedido a las organizaciones agrarias que identificaran y definieran aquellas explotaciones en especiales dificultades para que sean beneficiarias de dicho apoyo, cuya cuantía no detalló.
Avanzó, eso sí, el calendario de reuniones que desarrollará hasta ese Consejo de Bruselas y que comenzará el viernes 28, con un encuentro en Madrid con sus homólogos francés, portugués e italiano para avanzar en una postura común de cara a la cumbre europea, a la que precederá otra reunión (el día 3) con las comunidades. Entre el 8 y el 10 de septiembre volverá a encontrarse con el sector lácteo. "Esperamos que previamente nos hayan enviado sus propuestas y las indicaciones sobre cómo determinar las ayudas para las explotaciones en dificultades", concluyó.