El consejo de administración de Pescanova ha renunciado a presentar ante la junta general de accionistas de la empresa su propuesta de reordenación accionarial después de que el principal grupo de acreedores, conocido como G-7, haya expresado su rechazo "categórico" al contenido de la misma.
En una nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el consejo de administración dice que adopta la decisión "con el único fin de evitar cualquier eventual riesgo para la continuidad y permanencia del grupo Pescanova".
La iniciativa no será sometida a la junta de accionistas, que se convocará en los próximos días para su celebración a finales del mes de septiembre, y quedará reducida "exclusivamente" a una propuesta de acuerdo "en los términos previstos en los convenios", explica.
La decisión se produce después de que el pasado 10 de agosto el consejo recibiese un burofax de los acreedores con el rechazo definitivo a la iniciativa. En todo caso, el contenido de las propuestas se hará público con la convocatoria de la junta.
"En ningún momento se apreció receptividad a la propuesta y, finalmente, con fecha 10 de agosto de 2015 el consejo de administración recibió un burofax de las entidades integrantes del G-7 por el que se rechazaba de forma categórica la propuesta, pese a reconocer que 'pueda resultar más atractiva para los accionistas de Pescanova', por entender que la misma supondría una desviación unilateral de lo acordado en los convenios", indica.
Ante la posibilidad de que la propuesta pudiera ser presentada "con carácter subsidiario o alternativo" ante la junta, el G-7 anunciaba en el mismo burofax "el posible ejercicio de las acciones legales que pudieran corresponderles en defensa de sus derechos e intereses, incluyendo las de declaración de incumplimiento de los convenios".
El consejo de administración adopta la decisión dos meses después de asegurar que no ahorraría esfuerzos en lograr la aceptación de la propuesta, mediante la cual elevaría su participación en la sociedad del 5% a un 20% sin necesidad de realizar aportaciones dinerarias, a la vista de la mejora experimentada por la empresa en los últimos meses.
"Tratamiento más equitativo"
El objetivo de la medida era propuesta "un tratamiento más equitativo a los actuales accionistas de Pescanova" y "asegurar un mecanismo de estabilización futura de su accionariado, en el contexto del proceso de reestructuración societaria del grupo Pescanova y del aumento de capital que debería dar lugar al cambio de control de éste", señala el consejo de administración en la nota remitida este martes a la CNMV.
La iniciativa se lanzó "bajo el convencimiento de que la misma resultaba plenamente compatible con las previsiones de los convenios, al ir referida a cuestiones accesorias que no afectaban a los términos esenciales de éstos", asegura.
Para sostener esta idea, el consejo llegó a recurrir a los asesores jurídicos de la empresa y a sendos dictámenes elaborados por dos catedráticos de Derecho Mercantil. Además, justifica el lanzamiento de la propuesta en los "deberes de lealtad hacia los accionistas de la sociedad, que en su mayor parte fueron también víctimas del engaño contable desvelado a principios del año 2013".