La nube que generó este lunes el gran incendio de la nave de Freiremar en Vigo contenía productos tóxicos, según aseguró un empresario del sector de los frigoríficos, quien señaló que fue una suerte que los bomberos protegiesen los depósitos de amoniaco. Entre tanto, el tráfico en el entorno donde se ha producido el siniestro ha quedado restablecido en su práctica totalidad, excepto en un carril de la avenida de Beiramar, según ha confirmado el alcalde vigués, Abel Caballero.
Los bomberos descartan riesgos de derrumbe de la nave de Beiramar, tras el examen realizado este martes, un día después del siniestro. En la zona trabaja también la policía, cuyo comisario jefe, José Muñoz, visitó la nave afectada por el incendio y supervisa la labor científica de los agentes que lo investigan, labor que consideran que no será muy complicada.
Normalizado el tráfico
Por otra parte, el tráfico en el entorno de la antigua nave de Freiremar (ahora concesión de Frigalsa) en Vigo ha quedado restablecido en su práctica totalidad, excepto en un carril de la Avenida de Beiramar, según ha confirmado este martes el alcalde de la ciudad, Abel Caballero.
En una comparecencia de prensa, el regidor ha explicado que los bomberos han pasado toda la tarde del lunes y toda la noche refrigerando la estructura de la nave, que quedó seriamente dañada por las llamas de un "incendio muy serio".
Las primeras inspecciones técnicas han apuntado que la fachada que da a la calle Jacinto Benavente está en condiciones de "aguantar", mientras que la de la Avenida de Beiramar "parece que aguanta bien, aunque no hay todas las garantías".
Precisamente por ello, se ha restablecido el tráfico en las calles adyacentes, con excepción de los dos carriles y la acera en la fachada que da a Beiramar, y que siguen acordonados. Caballero ha apuntado que, posiblemente, ese tramo también se reabra en próximas horas.
El alcalde ha recordado que el fuego se inició en la parte de las instalaciones en la que se están llevando a cabo obras de reforma, y que se extendió rápidamente hasta llegar a un espacio alquilado por Albo, en el que se almacenaban conservas.
El aceite de las latas aceleró la combustión y dificultó las labores de extinción. Además, aunque los bomberos consiguieron retener las llamas antes de que se extendiesen a la nave contigua (de la conservera Albo), se han producido daños importantes en el mamparo de división de ambas naves.