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Ocho pueblos de O Carballiño y O Ribeiro, obligados a racionar el agua

Los concellos comienzan a emitir bandos pidiendo a los vecinos que no usen agua potable en piscinas, huertas y jardines.

La ausencia de lluvias, un día más, acrecienta la vigilancia en los ríos y amaga con nuevos problemas de abastecimiento de agua, no en la ciudad, pero sí en pequeños núcleos cuyo suministro proceda, como indicó la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, de manantiales o de arroyos que aportan, por gravedad, el agua a las casas. De hecho, ya son ocho los pueblos, todos ellos en la comarca de O Carballiño y O Ribeiro, de momento la más afectada por la sequía en este sentido, donde se han producido restricciones que obligan a limitar el consumo y a recurrir a garrafas de agua para actividades domésticas.

Son ocho aldeas en los concellos de San Amaro, Cenlle y Punxín, pero el problema comienza a asomar también en Maside. Allí, el alcalde ha dictado un bando pidiendo a los ciudadanos que eviten el uso del agua para rellenar o renovar piscinas y para el riego de huertas o jardines, porque la presión es muy baja y las restricciones pueden producirse. Es un ejemplo porque recomendaciones similares se han producido en municipios de O Ribeiro, Monterrei o Valdeorras, pese a que de momento no hay graves problemas de suministro.

En la ciudad, el problema del abastecimiento a casas y empresas está solventado con el bombeo del Miño, tradicional en verano y en buena parte del año, hasta que, pasado el invierno, vuelve a llenarse el embalse de Cachamuiña. Esta presa, de muy escasa capacidad, está prácticamente en el caudal ecológico, como muestra la fotografía, lo que impide aprovechar su escaso caudal para el abastecimiento de Ourense.

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