El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, ha admitido que la sanidad pública española se enfrenta a retos de financiación "a medio y largo plazo", pero ha asegurado que mientras él dirija el Gobierno gallego "está garantizada". "Si no lo estuviera, sería el primero en denunciarlo. La sanidad es irrenunciable", ha apostillado. Así se ha pronunciado en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, después de que su conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, afirmase en la pasada jornada que el sistema "es insostenible" a medio plazo "si no se adoptan medidas". También lamentó la "inadecuada autogestión de la enfermedad y la "deficiente alfabetización" en salud.
Preguntado sobre esta cuestión, Feijóo ha matizado que los momentos de mayor "dificultad" para el sistema público de salud que él ha vivido se produjeron en los años 90, cuando estuvo "a punto de colapsar" y hubo que realizar varias operaciones de saneamiento, y durante la última crisis, entre 2011 y 2012. "Fueron momentos muy duros", ha reflexionado.
Dicho esto y, aunque por el momento la Xunta no se plantea otras medidas que no sea la "mejora de las prestaciones", el presidente gallego ha coincidido en que será necesario afrontar retos de financiación económica para hacer viable el sistema en el futuro.
"¿Qué hay tensiones económicas? Mire, ayer la vicepresidenta de Valencia dijo que solo tenía dinero para financiar el 75 por ciento de la sanidad. No sé si el 25 por ciento de los valencianos no van a tener sanidad; aquí le garantizo que la tendrán el cien por cien de los gallegos y estoy convencido de que en Valencia también", ha ejemplificado.
Todo ello para puntualizar que "lo que dicen los responsables públicos es que hay tensiones en sanidad y que, a medio y largo plazo, España, Alemania, Francia, Italia o el Reino Unido" tendrán que seguir buscando fórmulas para financiar el sistema sanitario con cargo a los presupuestos públicos.
Lograr la viabilidad, un "objetivo"
En esta coyuntura, se ha reafirmado en que "lograr la viabilidad" del sistema público es un "objetivo" tanto para los médicos, a los que ha agradecido "el esfuerzo" realizado en los últimos años de crisis, como para los ciudadanos, a los que ha dado las gracias por "adaptarse" a los medicamentos genéricos.
"La sanidad es un reto permanente y obligado para cualquier gobernante; al menos para nosotros es así", ha proclamado, antes de subrayar que otros países no disponen de un sistema público como el español. Por ejemplo, ha esgrimido que "aunque algún presidente lo intentó, Estados Unidos no es capaz de tenerlo".
En el caso de España y también de Galicia ha remarcado que la sociedad está cada vez más envejecida y suma más pacientes crónicos. También ha aludido a los avances en forma de nuevos fármacos, como la vacuna de la hepatitis C, y ha agregado que en un futuro el objetivo será dar un tratamiento individualizado para el cáncer.
Ante este panorama, con esperanzas de vida que pueden alcanzar los 100 años y el problema demográfico, ha reiterado que es innegable la existencia de un reto "a medio y largo plazo", ya que los Gobiernos deben "tener dinero disponible" para afrontar estas cuestiones.
"Asistencia con mayor calidad"
En todo caso, preguntado acerca de si esta reflexión se traducirá en Galicia en medidas concretas inmediatas, ha replicado que "no" y que el objetivo de su Gobierno ahora es "seguir mejorando las prestaciones sanitarias y la eficacia del sistema".
"Queremos seguir operando a más gente, atender a más gente en su casa; vamos a intentar con el dinero que tenemos, ya que un 40 por ciento de los recursos van para esta área, seguir dando una asistencia sanitaria con mayor calidad", ha aseverado.