La imputación por cuatro presuntos delitos durante su etapa como concejal de Urbanismo de Lugo ha colocado al secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, en una situación política muy delicada. Tanto que nada más tener conocimiento del auto de la juez Pilar de Lara llamó al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para informarle y poner su cargo a disposición del partido. Es consciente de que a poco más de un año para las elecciones autonómicas, una imputación del cabeza de cartel y jefe de filas es una pesada losa. Sin embargo, Pedro Sánchez le pidió que continuase al frente del PSdeG y que no tomara decisiones "en caliente".
Por la misma razón, por la carga de profundidad que supone estar imputado por prevaricación, cohecho, tráfico de influencias y contra la ordenación del territorio, sábado reunió de urgencia a la ejecutiva regional para dar explicaciones de todas las gestiones y trámites municipales que dieron lugar a la intervención judicial. Ahí, según aseguran varias fuentes distintas, Besteiro informó de que había hablado con Pedro Sánchez y que ante su ofrecimiento para echarse a un lado -"porque no quiere ser un impedimento", dicen las mismas fuentes-, el líder nacional de los socialistas le pidió que siguiese en el cargo.
No obstante, ante los miembros de la dirección gallega no llegó a plantear el abandono del cargo. Dio abundantes explicaciones y todos los miembros de la ejecutiva que hablaron le dieron su apoyo ante lo que consideran una "persecución política y judicial". "Es una caza de brujas y no es casualidad el momento en que se produce la imputación. La reacción general en la ejecutiva fue de indignación, cabreo y rabia, de respaldar a Besteiro y de aconsejarle que no actuara con la cabeza caliente", asegura uno de los asistentes. Nadie pidió su cabeza, aunque todos son conscientes de las dificultades que entraña para el partido el tener a su jefe de filas imputado.