El portavoz socialista en la Diputación de Lugo y alcalde de A Pontenova, Darío Campos, confía en que el regidor rebelde por el que el ente provincial acabó en manos de los populares, Manuel Martínez, "recapacite" con el fin de recuperar el gobierno provincial. Campos fue el candidato de última hora que presentaban los socialistas a la presidencia de la Diputación de Lugo por el veto del BNG al regidor de Becerreá, que está imputado.
Pese a que Martínez se votó a sí mismo y después, con su voto, en blanco favoreció la entrada de los populares en la Diputación, el alcalde socialista se integró en el grupo provincial del PSOE, compuesto por once diputados.
Campos ha destacado que la integración se produjo sin problemas. "Sin ningún tipo de problema, ni de petición", ha abundado.
Con todo, ha confiado en que "recapacite" con el fin de presentar una moción de censura en el ente provincial, y ha recordado que "las negociaciones siguen abiertas con el BNG y con Manolo Martínez". "A ver si llegamos a alguna conclusión. A ver si, partiendo de nada, conseguimos recuperar la diputación, ése es nuestro objetivo", ha agregado.
Expediente
El PSdeG decidió abrirle un expediente disciplinario a Martínez por no acatar "una decisión política" del partido, aunque en paralelo apeló a sus 40 años de militancia socialista para intentar que cambiase su actitud y colaborase en la reedición de "un gobierno progresista" en la Diputación de Lugo.
De hecho, en los últimos días han sido muchos los cargos socialistas, encabezados por su jefe de filas, José Ramón Gómez Besteiro, y también del BNG, los que han mostrado su interés en sacar adelante una moción de censura para desbancar al PP de la institución. Para ello, es necesaria la suma de los 11 diputados del PSOE y los dos de la formación frentista.
Con la incorporación de Manuel Martínez al Grupo Provincial Socialista, las opciones de hacer valer la mayoría absoluta que reúnen socialistas y nacionalistas para desalojar a Elena Candia del Pazo de San Marcos se mantienen intactas en términos aritméticos.
Así las cosas, el escollo reside en la postura del regidor de Becerreá, quien se ha mantenido firme en sus últimas declaraciones públicas en que sólo participará en una operación de estas características si él asume la presidencia, cargo que ya pretendió en 2007.
Subasta del coche oficial
Por otro lado, el portavoz socialista también aprovechó para censurar "los primeros arranques" del gobierno presidido por la popular Elena Candia, que anunció que subastará el A-8 que tenía como vehículo oficial su predecesor, el socialista Gómez Besteiro y destinar ese dinero a fines sociales.
"Yo no sé qué sentido tiene vender un coche con los años que tiene. A nivel económico va a suponer muy poco. Es una medida absurda, esto es de cara a la galería y a la prensa para vender el tema de la austeridad como hizo Feijóo en su momento. Es una política calcada", ha recriminado.
Campos apela a que Candia "se equivoca con el revisionismo" e invoca el ejemplo de cuando él mismo accedió a la alcaldía de A Pontenova.
"Recuerdo que, cuando entré en el ayuntamiento, no busqué nada debajo de las alfombras, intenté ponerme a trabajar por y para los vecinos, y yo creo que lo que está hecho con errores y aciertos, hecho está", ha concluido.