El Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Galicia ha avisado de que Santiago de Compostela "no está preparada" para afrontar un ataque yihadista y ha mostrado su "preocupación" por la "falta de efectivos" y la "mala organización" de los servicios en la capital gallega.
En un comunicado, el sindicato ha asegurado que Santiago es uno de los "lugares estratégicos" de vigilancia de las alertas terroristas, al tratarse de una ciudad turística y que cuenta con un "importante núcleo" de peregrinación cristiana. "Sin embargo", según ha denunciado, "el número de agentes con los que cuenta no está acorde con la realidad".
"El déficit de 42 agentes en la Comisaría, unido a una mala organización y planificación de los servicios, han motivado la detracción durante el fin de semana, de personal de los Grupos de Atención al Ciudadano para realizar la vigilancia estática en la Catedral", ha asegurado el SUP.
Al respecto, el sindicato acusa a los principales responsables policiales de la Comisaría Local de Santiago y de la Jefatura Superior de Policía de Galicia de "no saber ejercer el mando" y "dejar a sus policías desamparados durante los servicios del fin de semana".
Frente a ello, el SUP ha urgido la convocatoria de plazas en comisión de servicio, para esta Comisaría, al igual que se hizo recientemente en otras plantillas como la de Toledo o el Estrecho.
Sin "sensación de riesgo adicional"
La denuncia del sindicato coincide con las declaraciones efectuadas este domingo por el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, en la Radio Galega y recogidas por Europa Press, en las que aseguró que, pese al incremento a 4 del nivel de alerta, "no hay ninguna sensación de riesgo adicional" en la Comunidad tras los atentados del viernes.
Con todo, Villanueva ha dejado claro que "no existe el riesgo cero", por lo que ha apostado por "minimizar los posibles riesgos" para conseguir, a través de la prevención y del control, "un Estado tranquilo y de paz".
Además, ha explicado que, con motivo de la elevación del grado de alerta, las medidas que "ya había" de protección y control por parte de la policía se verán incrementadas, especialmente en las infraestructuras "críticas" o "lugares de concentración de personas".
Con todo, ha aclarado que esta mayor presencia policial "no supondrá ninguna restricción de los derechos para la población". "Los ciudadanos no se van a ver perjudicados en absoluto, simplemente habrá un mayor control para proteger a la población", ha apuntado.