En vísperas de la constitución de las corporaciones locales los pactos y negociaciones están levantando sarpullidos. Incluso las discrepancias pueden provocar divisiones en una misma formación. El menos eso es lo que se desprende de las tensas negociaciones que se están llevando a cabo en Lugo, donde los partidos minoritarios han vetado al alcalde en funciones y candidato socialista a la reelección. Un hecho que hizo que el máximo dirigente de los socialistas gallegos mantuviera este miércoles una larga reunión con su candidato para buscar una solución a un conflicto que parece que no tiene salida. De hecho, tras cuatro horas reunidos, Besteiro se negó hacer declaraciones, mientras que Orozco se limitó a decir "¡hombre, claro!", sigo siendo el candidato socialista a la alcaldía de Lugo.
El secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, y el alcalde en funciones de Lugo, Xosé López Orozco, mantuvieron una reunión en la mañana de este miércoles que se prolongó más de cuatro horas en el Ayuntamiento de Lugo en la que se estuvo abordando el futuro del todavía regidor. Al inicio de esta cita, cobraba fuerza la hipótesis de que Orozco podría renunciar a ser el candidato de su partido en la sesión de investidura para facilitar, de este modo, la puesta en marcha de un gobierno progresista.
Sin embargo, tanto Besteiro como Orozco abandonaron las dependencias municipales sin hacer declaraciones. Y el segundo solo dijo un elocuente "¡hombre, claro!" cuando ya bajaba por las escaleras en respuesta a la pregunta de si sigue siendo el candidato socialista.
El "plazo" de Lugonovo
Precisamente, mientras se celebraba la reunión, el cabeza de lista de Lugonovo, Santiago Fernández Rocha, ha reiterado que este miércoles es el último día del plazo que esta formación política se ha dado para recibir una respuesta por parte del PSdeG en relación con su propuesta para formar gobierno en el Ayuntamiento de Lugo, una proposición que pasa inevitablemente por investir a un candidato socialista que no sea el actual alcalde en funciones, Xosé López Orozco.
Fernández Rocha insistió en que Lugonovo apoyará la investidura de un alcalde socialista, siempre que esa persona no sea Orozco, no sólo por su imputación en la operación Pokemon, sino también por las responsabilidades políticas que se derivan de lo que esa investigación judicial puso al descubierto.
Si no se produce esa renuncia, Lugonovo hablará con las "demás fuerzas" de izquierda y explorará la posibilidad de apoyar a "un candidato alternativo". De no ser así, "gobernará Jaime Castiñeira", dijo Fernández Rocha, dado que el candidato popular encabezó la lista más votada y con más concejales.