Un completo arsenal de armas fue localizado este miércoles en un piso de Coruña que está a nombre de un militar. La poca información que, al cierre de esta edición, trascendió del dispositivo apuntaba a que este profesional del Ejército, que fue detenido, podría estar en la reserva y fue almacenando las armas durante los años que estuvo en activo. El cargo del acusado, que pertenece al Ejército de Tierra, es el de subteniente, y en la vivienda se pensaba que podía haber tal cantidad de rifles y pistolas que la unidad especializada de la Guardia Civil que investiga el caso no dudó en desplazarse desde Madrid para realizar el registro en la ciudad herculina, según publica La Voz de Galicia.
Entre las pertenencias requisadas se encontraron unos 15 fusiles de asalto, 50 pistolas, unos 12 subfusiles y munición abundante, según informaron fuentes próximas a la investigación. El dueño del arsenal lo tenía almacenado en la citada casa, lo que no ha trascendido todavía es si él estaba presente en el momento de la inspección. El armamento ya habría sido trasladado, según parece, de la citada casa a dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil en Coruña.
Lo que parece evidente es que el instituto armado le ha dado una gran importancia a la investigación que trascendió este miércoles. Basta decir que al frente del operativo está la Unidad Central Especial 3 (UCE 3), con sede en la capital de España, que se encarga de recopilar información para hacer frente a "sectas, movimientos racistas, xenófobos y antisistema, defensa nacional, contrainteligencia y seguridad del cuerpo, ciberterrorismo y tecnologías de la información".
Lo que no está claro todavía es si el detenido, que tiene, según las mismas fuentes próximas a la investigación, unos 52 años de edad, se dedicaba a comercializar o intercambiar las armas que almacenaba en un piso de Coruña o, por el contrario, se trata de un apasionado del armamento que lo colecciona desde hace años como una afición.
Atendiendo al tipo de modelos localizados, que se pueden considerar de guerra, y al acopio que se habría preocupado de realizar durante años aprovechando incluso algunos viajes con el Ejército, los propios investigadores se sorprendieron al acceder al inmueble, ya que no esperaban encontrar tantas armas y munición, que las mismas fuentes elevan a varios miles de cartuchos.