El alcalde en funciones de Lugo, Xosé López Orozco, ha optado este lunes por "guardar un silencio inteligente" con respecto a su futuro, al objeto de no obstaculizar la posibilidad de alcanzar "algún tipo de solución" con Lugonovo y BNG sobre la investidura, que tendrá lugar el próximo sábado.
"Soy esclavo de lo que hable y soy dueño de mis silencios, y es lo que voy a hacer, guardar silencio durante este tiempo para ver si se llega a algún tipo de solución", ha zanjado, al ser preguntado al respecto.
Sí ha hablado del asunto el secretario local del PSOE lucense, Luis Álvarez, quien ha recriminado a las dos citadas formaciones que "parece que el único programa que tienen es que Orozco no sea alcalde de Lugo".
"Yo les trasladaría a los responsables de esas organizaciones que piensen seriamente si sus votantes y sus simpatizantes les van a perdonar que la alcaldía de Lugo acabe en manos del PP", ha sostenido, crítico con que su "condición para negociar no sea el modelo de ciudad" sino que "Orozco no sea alcalde".
Por su parte, el candidato popular, Jaime Castiñeira, ha insistido en que el PP es "la lista más votada" y, en ese sentido, ha asegurado que trabajará para intentar "gobernar" la ciudad.
En las elecciones municipales del pasado 24 de mayo, el PP consiguió nueve concejales, frente a ocho del PSOE, tres de Lugonovo, dos del BNG, dos de Ciudadanos y uno de Alternativa Cidadán de Esquerdas.