La acentuada crisis demográfica también se refleja en el censo electoral. Las elecciones municipales del 24 de mayo verán reducido en un 30% el número de concejales de acuerdo con los tramos de población. En el caso de Galicia, los ayuntamientos tendrán unos 1.100 ediles menos que los 3.811 actuales. Además, hasta 86 puestos de concejales de 42 concellos están amenazados de desaparición en la Comunidad gallega en las próximas municipales de mayo por el descenso de sus respectivos padrones de habitantes.
En cuanto al gasto, las arcas del Estado desembolsarán un total de 734.409,9 euros que se repartirán los partidos por cada concejal elegido, a razón de 270,9 euros por edil. Además, todas las formaciones políticas que participen en los comicios del 24-M recibirán 22 céntimos por cada voto que obtengan en sus respectivas papeletas.
La reducción del número de ediles en Galicia se debe, principalmente, a que hay municipios que tienen un censo menor que hace cuatro años y, en consecuencia, se recorta el número de integrantes en los ayuntamientos.
La caída de población en las grandes ciudades es un hecho alarmante, pero el problema no está, precisamente, en el medio urbano. Esta situación afecta más a la despoblación del medio rural gallego, que ya afectó a la composición de 19 corporaciones locales de 2011, en la que desaparecieron 34 puestos de ediles, pero ahora la pérdida de representación se antoja tras entrar Galicia en una segunda senda demográfica descendente sin atisbos de mejoría.
Por ello, además de más del millar de ediles menos que en 2011, casi medio centenar de puestos que están en el aire para los comicios del 24-M, y otros 174 corren el mismo resto para las siguientes elecciones, al aproximarse los censos de sus poblaciones a los escalones que marcan un descenso en el número de ediles a los que tienen derecho.
La polémica de que existe un elevado número de políticos y que afecta directamente a la Hacienda Pública, no deja de ser una controversia, a veces, sin fundamento. Entre otras cosas, porque en la mayoría de los municipios de menos de 20.000 habitantes -el 93% de los ayuntamientos gallegos-, los concejales carecen de dedicaciones exclusivas e incluso parciales y tan solo perciben cuantías "simbólicas" por asistencia a plenos o comisiones, lo que supone una media de 50 euros al mes, una cifra que tampoco afecta a la totalidad de los concejales.