Uno de los sectores que hizo grande a Galicia fue el naval. Y una de las empresas más importantes ha sido la antigua Astano, hoy integrada en el grupo público Navantia. Si la operación para la construcción de tres petroleros no es un asunto propagandístico más a las puertas de las elecciones, los astilleros públicos dejarán atrás la amenaza de liquidación e iniciarán su reconstrucción como un "ave fénix". Y lo harán apostando por lo que fueron sus raíces, por el camino con el que consiguieron hacerse un hueco muy significativo en el mercado naval mundial y, lo que es más importante, con el que lograron crear una red de puestos de trabajo y empresas auxiliares que puso a Ferrol como un ejemplo en Galicia.
Atrás queda una etapa de problemas y de constante reducción de actividad con la que ahora se pretende romper radicalmente. Navantia, y más concretamente la antigua Astano, en proceso de "liquidación", ha pasado del ostracismo a estar en el punto de mira de los grandes operadores del sector naval.
Para aquellos que niegan la intervención de la Administración autonómica en esta gestión debe ser un varapalo, sobre todo en estos momentos de proclamas y descalificaciones. Cierto que para la oposición es difícil reconocer las gestiones del Gobierno gallego para que esta operación sea una similla para que Navantia pueda crecer de nuevo. Pero ahí está.
El caso es que en los dos astilleros del grupo público se vislumbra una recuperación para llevarlos a su etapa de mayor esplendor antes de que llegase la apuesta por las gradas de las factorías asiáticas, que se generó desde el cortoplacismo en un veneno que fue corroyendo las factorías ferrolanas.
Pero la demanda y la calidad sigue muy presente en los mercados internacionales y desde los astilleros de la ría de Ferrol se puede recuperar ese hueco comercial que se perdió y en el que la apuesta por devolver el prestigio será fundamental.
Para Ferrolterra y Galicia es una excelente noticia. Esa firma protocolaria (hace unos días) para la construcción de tres petroleros debe ser atendida y merece el máximo apoyo. Es la baza para la plena recuperación del sector naval.