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Povisa inicia con 13 despidos una semana después de paralizar el ERE

El comité de empresa convoca una asamblea de trabajadores para tratar este tema y decidir futuras acciones.

La dirección del Hospital Povisa de Vigo ha despedido a 13 trabajadores -10 celadores y tres empleados adscritos al archivo clínico-, en el marco de las medidas de ajuste laborales y organizativas que anunció hace semanas. Así lo ha comunicado este viernes la empresa, que ha informado de que también ha modificado el turno laboral a otros 16 celadores y siete auxiliares, medidas que ha justificado por la necesidad de mejorar "la eficiencia del hospital, adaptar las funciones del personal a su capacitación profesional y los turnos a la creciente demanda de jornadas reducidas por guarda legal".

En concreto, Povisa ha explicado que el despido de los celadores se debe a "la asunción de sus tareas por parte de personal sanitario cualificado" y a que, ha asegurado, "buena parte de sus funciones ha ido quedando sin contenido".

Además, sobre los trabajadores del archivo clínico ha comentado que han sido despedidos por "la nula carga de trabajo derivada de la progresiva implantación, desde el año 2009, de la historia clínica electrónica".

Este anuncio se produce tan sólo una semana después de que Povisa comunicase que, a falta de un informe de auditoría, retiraba el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que había propuesto alegando motivos económicos y de reorganización, por el que preveía el despido de 56 empleados.

En aquel momento los trabajadores habían recibido esta noticia con satisfacción y "alivio", aunque habían anticipado que podría haber despidos. "Eso no quiere decir que Povisa no vaya a tomar otras medidas, o a presentar otro ERE más adelante", habían avanzado. Tras conocer los despidos, el comité de empresa ha convocado una asamblea de trabajadores a las 15:00 horas en la que abordarán este tema y decidirán futuras acciones a llevar a cabo "para rechazar la decisión".

Situación de Povisa

A mediados del mes de enero, Povisa planteó este ERE extintivo a 56 trabajadores justificándolo en la reducción de ingresos procedentes de pacientes públicos y privados, así como en el aumento de gastos financieros y la previsión de registrar 5,4 millones de euros en pérdidas en 2015.

Según la memoria económica entregada al comité, y a la que ha tenido acceso Europa Press, la dirección de la empresa ha constatado una "disminución persistente" en el nivel de ingresos en los últimos años, y mantiene que, en 2015, habrá una reducción de ingresos de cuatro millones por la población adscrita (por las nuevas condiciones del concierto con el Sergas) y de unos 400.000 euros de población no adscrita, o casi 19 millones menos previstos en el ámbito de atención privada.

Sin embargo, el comité de empresa había puesto en duda las cifras facilitadas por la dirección, y había advertido de que los despidos y la reorganización de servicios servirían para ahorrar solo un millón de euros, por lo que los trabajadores habían planteado a Povisa varias alternativas para recolocar a los afectados por el ERE y evitar despidos.

Además, el comité también había advertido de que el ERE podría ser ilegal, y había pedido la intervención de la Xunta, porque el concierto firmado entre el hospital y el Sergas contiene una cláusula que impide la subcontratación de servicios sanitarios -algo que estaba en los planes de la empresa cuando presentó el Expediente-.

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