La decisión personal de prescindir de los conselleiros de Educación, Jesús Vázquez, y de Facenda, Elena Muñoz, para que pugnen por las Alcaldías de Ourense y Vigo en las próximas elecciones municipales aboca al presidente Alberto Núñez Feijóo a una remodelación de calado de su gabinete. Será la segunda en esta legislatura, tras situar a Agustín Hernández al frente del Consistorio de Santiago.
Distintas fuentes del partido consultadas por Europa Press señalan a Jesús Vázquez como un candidato de "consenso" y le ven opciones "electorales" en Orense, aunque próximos al sector 'baltarista' apuntan que Manuel Cabezas hubiera conseguido ganar más votos.
En Vigo, la decisión de Muñoz es más polémica e incluso ha suscitado comentarios críticos de simpatizantes populares en las redes sociales, que censuran que se haya "apartado" al portavoz local, José Manuel Figueroa, para "colocar" a una candidata que "no conoce Vigo". Figueroa, por su parte, ha garantizado respaldo "sin fisuras" a la elegida.
Con la sombra de haber sido la elegida tras sondeos previos a otros nombres, desde la dirección autonómica no han concretado ninguna conversación previa del presidente. La demostración de fuerza de Feijóo al apostar por Muñoz podría ser un éxito del presidente en Vigo si logra mantener los apoyos.
Perder votos en la ciudad olívica podría suponer la marcha del PP de la Diputación de Pontevedra, una situación en la que, coinciden la mayor parte de los populares consultados por Europa Press, el "responsable" también sería el presidente gallego.
Al margen de la apuesta personal que supone optar por Jesús Vázquez y Elena Muñoz, esta decisión no está exenta de coste para un Ejecutivo que ya ha visto mermado su perfil político con cambios previos.
Fichajes internos hasta el momento
Los primeros recambios en su Ejecutivo llegaron tras la victoria electoral de Mariano Rajoy en las pasadas electores generales, cuando Marta Fernández Currás y Pilar Farjas dejaron las carteras autonómicas de Facenda y Sanidade para ocupar puestos destacados en el Gobierno central. Entonces, Samuel Juárez asumió la delegación del Gobierno en Galicia, cargo en el que posteriormente le relevó Santiago Villanueva.
También Roberto Varela abandonó la Consellería de Cultura, que se unió a las áreas de Educación e Ordenación Universitaria que Vázquez gestiona desde 2009. Ya en esta legislatura, que arrancó con ocho consellerías, el presidente tuvo que suplir la vacante de Agustín Hernández, a quien 'sacrificó' para superar la grave crisis local del PP de Santiago.
Hasta ahora, en todos sus recambios el presidente ha rechazado 'fichajes' externos y ha optado por relevos dentro de los propios departamentos. Así Rocío Mosquera relevó en su día a Pilar Farjas en Sanidade, Elena Muñoz a Marta Fernández Currás, y Ethel Vázquez a Agustín Hernández.
Del equipo inicial con el que Feijóo empezó a gobernar la Xunta siguen, al margen de Jesús Vázquez, su número dos y ahora vicepresidente, Alfonso Rueda; Beatriz Mato al frente de Traballo; y Rosa Quintana con las competencias de Medio Rural y Mar. Tras las últimas autonómicas, Francisco Conde, hasta entonces asesor del presidente, relevó a Javier Guerra como conselleiro de Economía e Industria.
No agotará los tiempos
Con todo, dentro del partido hay quien apunta a la necesidad de aprovechar esta remodelación para dotar de un mayor "perfil político" al Ejecutivo.
También se incide en que la legislatura está en su ecuador y en las numerosas críticas que han recibido algunos de sus miembros como las conselleiras de Sanidade, Rocío Mosquera, y Traballo, Beatriz Mato, cuyo departamento se vio salpicado por la operación Zeta.
Entre tanto, el presidente por el momento se guarda sus cartas, aunque fuentes de su entorno consultadas por Europa Press dan por hecho que no agotará los tiempos y no consumirá el margen que le queda hasta las elecciones de mayo.