La mujer del ladrón confeso del Códice Calixtino, José Manuel Fernández Castiñeiras, ha asegurado este martes que "nunca" vio las grandes cantidades de dinero intervenidas en su casa -más de 1,7 millones de euros- tras su detención y ha defendido que su marido "trabajaba mucho" y era "muy ahorrador".
La esposa de Fernández Castiñeiras, también acusada por el robo del Códice, ha comparecido ante el tribunal este martes, en la segunda sesión del juicio, y, a diferencia de su marido, ha aceptado responder a las preguntas de todas las partes.
En su declaración, al ser preguntada por las cantidades de dinero intervenidas, la mujer ha apuntado que ella trabajó "desde muy joven" como modista e "iba ahorrando" lo que ganaba, mientras que su marido, que es "muy trabajador", también ahorraba gran parte de lo que ganaba. "Somos una familia humilde", ha sentenciado. "En casa casi no teníamos gastos", ha abundado.
El dinero obtenido de su trabajo, ha asegurado, se lo daba a su marido para que este lo administrase tras descontar los gastos semanales y ha afirmado desconocer "lo ha hacía con él", dado que "nunca" fue al banco, donde creía que Castiñeiras lo había ingresado. En su domicilio, ha indicado, no vio "nunca" el dinero que halló la Policía.
Zona privada
A preguntas de su abogada, la esposa del exelectricista ha indicado que su marido disponía de una zona privada en el domicilio familiar para trabajar y que le había dicho que "no entraran" para no "descolocar los papeles" que tenía allí.
Con la voz entrecortada por el llanto, la acusada ha afirmado no recordar lo que declaró en su momento ante el juez instructor, dado que, ha asegurado, José Antonio Vázquez Taín se "burló" de ella "diciendo que era una paleta".