El hijo del ladrón confeso del Códice Calixtino, José Manuel Fernández Castiñeiras, ha asegurado este martes que en el despacho que su padre tenía en la vivienda familiar de O Milladoiro "no podía tocar nadie" y ha criticado el "carácter autoritario" del exelectricista. El hijo de Fernández Castiñeiras ha declarado este martes como acusado en el juicio por el robo del Códice Calixtino, donde ha respondido a las preguntas de todas las partes.
En su declaración, el acusado ha afirmado que los dólares localizados en su casa -más de 30.000- no eran suyos, que no tenía "ni idea" de como habían llegado allí y que se sintió "traicionado" cuando la Policía se los mostró. Asimismo, ha señalado que "nunca" había visto los facsímiles del Códice que también se hallaron en su vivienda.
Estos elementos, ha recordado, se encontraban en un armario propiedad de su padre dentro de su vivienda, en el que también había cajas con documentos. "Cuando fui a vivir allí pregunte y me dijeron 'son papeles míos, facturas, no les toques y ya está'. No tenía necesidad ninguna de entrar allí", ha explicado.
Del mismo modo, ha reconocido, como su madre, que el ladrón confeso del Códice disponía de un despacho en su vivienda donde le estaba vetada la entrada. "Allí no podía tocar nadie", ha sentenciado, tras lo que ha criticado el "carácter autoritario" de su progenitor.
En sus visitas a casa de sus padres, el hijo de Fernández Castiñeiras ha explicado que no vio dinero "en absoluto" fuera de lo común y ha aseverado que no sabía si su padre "tenía ahorrado", aunque ha reconocido que trabajaba durante muchas horas.