Agentes del Cuerpo Nacional de Policía, adscritos a la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Coruña, detuvieron el pasado jueves, día 15, en el marco de la operación Comeanda, a cinco individuos pertenecientes a un clan familiar de origen brasileño dedicado a la distribución de cocaína y marihuana en la ciudad de A Coruña y sus inmediaciones.
Según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Galicia, la investigación comenzó hace unos meses cuando se detectó a uno de los integrantes del grupo realizando una venta de cocaína en la zona centro.
Una vez identificado el vendedor y localizada la vivienda donde residía con la mayor parte de los ahora detenidos, se estableció un "férreo dispositivo de vigilancia", según destaca la Policía, y se fue identificando a todos los miembros de la organización, incluso a otros componentes del clan domiciliados en otro barrio de la ciudad.
En el curso de las investigaciones, se pudo comprobar cómo la organización tenía abierto un local comercial de venta de frutas y verduras, "para dar apariencia de legalidad a su actividad delictiva", según concreta la Policía, aprovechando el establecimiento para realizar en él la venta de parte de la droga que distribuían. Con ello conseguían pasar "totalmente inadvertidos", tanto para los vecinos del establecimiento como para los de las viviendas en las que residían.
Pisos de citas
La Policía ha señalado que se constató también que su principal clientela provenía de una red de pisos de citas, sitos en distintos puntos de la ciudad, a donde acudían a realizar entregas de sustancias estupefacientes cuando lo solicitaban los clientes de las prostitutas que en ellos ejercían.
Una vez localizados todos los integrantes de esta organización criminal y sus domicilios, se llevó a cabo la entrada y registro de los mismos con la correspondiente autorización judicial del Juzgado de Instrucción Número 1 de A Coruña, coordinado con el Ministerio Fiscal, y se procedió a la detención de los sospechosos, cuatro de los cuales ingresaron en prisión.
En el registro de los domicilios se intervino, entre otros efectos, 500 gramos de marihuana, dividida en varias porciones, destinadas a la venta directa; diversas cantidades de cocaína, todas ellas preparadas también para la venta directa, divididas en papelinas de 0,5 y 1 gramo; 1.600 euros en efectivo; dos armas de fuego largas de aire comprimido y dos armas cortas.
Además, la Policía Nacional ha señalado que se realizan gestiones con la Interpol por si uno de los investigados hubiera entrado en territorio Shengen con identidad falsa.