El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha alertado este viernes de que "está en riesgo la vida de personas" debido a las "carencias estructurales" en los servicios de urgencia de los hospitales de Vigo y ha culpado a Feijóo de "desatender" la sanidad viguesa.
Caballero ha hecho estas declaraciones tras mantener un encuentro con una representación de los médicos de urgencias del Hospital Meixoeiro, que llevan un mes en huelga para reclamar más personal. El regidor ha valorado la actitud de estos profesionales, que pese a que "tienen su puesto asegurado", están en conflicto para defender a sus pacientes.
El alcalde ha confirmado que estos médicos intervendrán en el próximo pleno y habrá un pronunciamiento de la Corporación sobre la situación de las urgencias. Asimismo, ha insistido en denunciar que "Vigo es la ciudad peor dotada" en lo que respecta a los servicios sanitarios de urgencias.
Por ello, ha exigido al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que "atienda" a las necesidades del área sanitaria de Vigo, y ha advertido de que la situación no se solucionará con el nuevo hospital.
Por su parte, el portavoz de los facultativos en huelga, Antonio Fernández, ha confirmado que el servicio de urgencias del Meixoeiro está "bajo mínimos" por la falta de médicos y personal de enfermería. Esa circunstancia provoca que pacientes que ya han pasado por el triaje, y que por sus características debían ser atendidos antes de un hora, tienen que esperar "9 o 10 horas".
Huelga de médicos de Urgencias
Fernández ha subrayado que este servicio tiene menos personal que otros hospitales similares, y que esas carencias provocan "situaciones denigrantes" cuando aumenta la presión asistencial. Además, han indicado que se trata de una situación que "se repite crónicamente" y que no tiene que ver con un pico de afectación de gripe.
Los médicos reclaman que se aumenten 60 horas a la semana, es decir, un médico más en las noches de martes, miércoles y jueves, y otro médico más en el turno de día del fin de semana. Ante sus reclamaciones, han lamentado la inacción del Sergas, que "rechaza las evidencias y minimiza el conflicto".
Los problemas se agravan porque este hospital es el destino de numerosos usuarios de varias residencias geriátricas ubicadas en las inmediaciones, con lo que el perfil de paciente más común es el de una persona mayor, un paciente crónico, con varias patologías y que "se descompensa con facilidad".