Alcoa ha lanzado un órdago el Ministerio de Industria. La dirección de la multinacional en España amenaza con cerrar la planta que tiene en el polígono industrial coruñés de A Grela. Una amenaza que se extiende a la fábrica el grupo estadounidense tiene en Avilés. Así lo ha comunicado este martes la dirección de la empresa si Industria "no rectifica" y hace “viable” un precio energético acorde con lo que la multinacional viene demandando.
En plenas negociaciones, Alcoa ha vuelto a comunicar a los sindicatos que su propuesta de expediente de despido colectivo afectará al 100% de las plantillas de las factorías que la multinacional del aluminio tiene en Coruña y Avilés, con 400 trabajadores en cada una de ellas.
El gigante del aluminio alega causas productivas y técnicas para formular esta propuesta, que ha empezado a negociar con los sindicatos. Además, recuerda que las dos factorías no serán capaces de producir aluminio a precios competitivos a partir del próximo día 1 de enero y que entrarán en pérdidas.
La dirección de Alcoa en España ha afirmado que no ha conseguido los megavatios bonificados en la subasta del servicio de interrumpibilidad organizada por el ministerio que dirige José Manuel Soria a mediados de noviembre.
En medio de las negociaciones con los sindicatos y de un conflicto laboral convocado por los representantes de los trabajadores, ahora emergen las presiones políticas de Alcoa hacia el Gobierno que preside Mariano Rajoy. Unas "amenazas" que se interpretan para que el Ministerio de Industria repita la puja en condiciones que faciliten el acceso de Alcoa a energía barata y evitar así el cierre de las factorías de Coruña y Avilés.
La multinacional del aluminio anunció hace dos semanas la presentación del expediente de despido colectivo, aunque no había concretado si afectaría a una parte de las plantillas o a la totalidad. Con este escenario de fondo, la compañía ha anunciado que en los próximos seguirá intentando llegar a un acuerdo con Industria, de forma que pueda acudir a la segunda subasta. Si no se alcanza un acuerdo, Alcoa mantendrá el despido colectivo de la plantilla, lo que significará -según la propia dirección- el cierre de las factorías de Coruña y Avilés.