El exregidor de Santiago y hasta ahora concejal encargado de Relaciones Institucionales en el Consistorio compostelano, Ángel Currás (PP), ha comunicado ya al alcalde, Agustín Hernández, su intención de dejar su acta para asumir la delegación en Galicia del Grupo Tragsa, que el exregidor de Viveiro, César Aja, dejó en junio de este año. Fuentes conocedoras de la decisión han ratificado a Europa Press que está previsto que Currás abandone de inmediato Raxoi, un paso que llega más de tres meses después de que Hernández, por orden directa de Alberto Núñez Feijóo, dejase la Xunta y tomase las riendas del Ayuntamiento compostelano afectado por una grave crisis política en las filas populares.
Dicha crisis política llegó a su punto álgido en junio cuando siete concejales de los 13 concejales del grupo de gobierno fueron condenados por prevaricación e inhabilitados por autorizar el pago del abogado de otro edil imputado en la operación Pokémon, Adrián Varela, que ya había dimitido previamente. Entonces abandonaron sus actas y Hernández se puso al frente acompañado de un grupo de concejales en su mayoría no electos.
De la lista con la que tras las municipales de 2011 empezó a gobernar Gerardo Conde Roa, quien tuvo que dimitir en 2012 tras verse implicado en un fraude fiscal, sólo quedaron al lado de Hernández la edil Reyes Leis y el propio Currás, quien ya se había resistido en su momento durante días a renunciar a la Alcaldía, y que está doblemente imputado en la operación Pokémon y por el supuesto acoso a un policía local.
Hernández entró con el mensaje de que Currás solo seguiría el tiempo preciso para "facilitar" su toma de contacto y la asunción de poderes en Raxoi, pero, sin embargo, éste no tardó en evidenciar que su marcha no sería inmediata con afirmaciones públicas como que aún podía "dar mucho" por la ciudad y siempre sin "descartar nada" en el futuro, tampoco asumir nuevos cargos públicos.
"Un lastre" para Hernández
Con las próximas elecciones municipales de mayo, en las que será candidato, a las puertas y su trabajo interno para hacerse con el partido en la ciudad, distintas fuentes del partido consultadas por Europa Press han coincido en que la presencia de Currás era "un lastre" para Agustín Hernández, de forma que era necesario facilitar su salida.
Aunque podría haber optado por regresar a su puesto de profesor en un instituto compostelano y pese a que la dirección del partido le dejó claro sin sutilezas su deseo de que se marchase, éste resistió la presión de los suyos y también las continuas interpelaciones de los medios al respecto.
Fuentes consultadas por Europa Press han señalado que él esperaba un reconocimiento a los servicios prestados y que llegó a pedir ejercer otros puestos, como una embajada. Su nombre también había sonado para el Consorcio.
Finalmente, se pondrá al frente de la delegación gallega de Tragsa, un grupo que forma parte del 'holding' de empresas de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y que se encarga de la ejecución de obras y servicios. Ocupará, así, un puesto que, aunque poco visible, sí está bien remunerado y que, además, permite a los populares dejar de estar pendientes de su presencia en el Ayuntamiento.
Un nuevo concejal no electo
Currás, que dejará un acta de la que el PP depende para mantener la mayoría absoluta en la capital gallega, releva a otro exregidor, César Aja, que, según él mismo ha explicado a Europa Press, ejerce ya desde el 1 de julio como consejero del Ministerio de Educación para Turquía, Rumanía, Hungría y Bulgaria.
Aunque todavía no hay plazos cerrados, según han ratificado a Europa Press fuentes del Consistorio compostelano, está previsto que Currás deje el acta en breve. Su sustituto será un nuevo concejal no electo, toda vez que los populares ya no cuentan con reservas en la lista presentada para las elecciones de 2011.
Precisamente, rodearse con una mayoría de concejales no electos ha provocado críticas continuas de la oposición hacia Hernández, así como recursos judiciales que, por el momento, no han logrado tumbar la decisión adoptada por los populares para solventar la crisis desatada en el Consistorio compostelana.