El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha manifestado que "el cuestionamiento del Estado" originado porque "algunos gobernantes pretenden amenazar el marco de convivencia", en clara alusión a Cataluña, "merece una respuesta política desde Galicia".
"Cualquier desafío al sistema autonómico es una renuncia a la pluralidad que supuestamente afirman defender. Pero también supone una afrenta para el autogobierno gallego. Un ultraje que, como representantes que somos de todos y cada uno de los ciudadanos de este país, no podemos aceptar", ha proclamado durante su discurso en el Debate sobre el Estado de la Autonomía.
Con estas palabras, el mandatario autonómico deja ahora en manos de los grupos la posibilidad de articular una propuesta de resolución que supondría salir del debate de política general con una postura propia. Él mismo considera que se podría llevar a la Conferencia de Presidentes el debate sobre el "modelo de convivencia" toda vez que, según sus propias palabras, el Senado no "actúa" como cámara de representación territorial.
Para ello no contarán con los nacionalistas, ya que, nada más lanzar esta idea, una de las cuestiones más criticadas por el portavoz del BNG en la Cámara, Francisco Jorquera, han sido las alusiones de Feijóo a la cuestión catalana, frente a las cuales ha reclamado al presidente de la Xunta una "ambición nacional (gallega)".
Sin embargo, el barón popular, nombre en alza dentro del partido, ha proclamado que, en el contexto español, "el silencio no es una opción". En anteriores ocasiones, el político popular ya demandó un pacto de estado sobre esta cuestión entre el PP y el PSOE, mientras que el portavoz popular en la Cámara, Pedro Puy, deseó que el "espíritu de Pedro Sánchez" en el ámbito estatal se trasladase a este debate en el hemiciclo gallego.
"Tenemos la obligación de defender el modelo que los gallegos eligieron, el modelo que nos permite ser lo que queremos ser", ha enfatizado Feijóo, quien ha apelado a que Galicia ha sido "miembro fundador del actual Estado de las autonomías" en su condición de "nacionalidad histórica".
"Estado cohesionado" y “coral”
El mandatario gallego considera que Galicia y los demás pueblos han contribuido a construir un "estado cohesionado, que expresa la voluntad de todos y garantiza la libertad". "Pues bien, el cuestionamiento de ese Estado merece una respuesta política desde Galicia", ha advertido.
En este sentido, el político popular ha avisado de que es la "primera vez en democracia que algunos gobernantes pretenden amenazar el marco de convivencia".
Con contundencia, Feijóo ha señalado que "no se puede aceptar" la "dialéctica interesada" de quienes "impugnan el sistema autonómico", y ha juzgado que los que hablan de "un país en blanco y negro no se dan cuenta de que ellos mismos aún forman parte de esa fotografía, mientras que los demás hace muchos años que decidieron darle color".
En esta línea, ha concluido que "Galicia y el resto de comunidades, todas, ya no forman de esa vieja España solista, sino de una nueva España coral". "No están en el Estado: son Estado", ha remarcado.
Además, durante su intervención, ha defendido en varias ocasiones que Galicia apuesta por un estado autonómico.
"Desde los albores de la autonomía, este país ha demostrado que su futuro pasa por la lealtad al proyecto común, sin renunciar en ningún caso a la singularidad que nos caracteriza ni a la defensa de los intereses de nuestros ciudadanos", ha proclamado.
El ejemplo de Galicia
En su intervención, el mandatario gallego apeló al ejemplo de Galicia en la construcción del Estado. "Después de siglos formando parte de un Estado que no siempre actuó a favor de los intereses de los gallegos, este país tenía dos opciones: o desvincularse o luchar por una España más justa", ha introducido.
El presidente autonómico ha considerado que Galicia "pudo sentirse huérfana, pero fue capaz de superar esa carencia de la mano de la democracia y del autogobierno; de la mano de la Constitución y del Estatuto".
Fue en este contexto en el Feijóo también ha apelado a la necesidad de "articular" una respuesta, para evitar un "ultraje" a Galicia por parte de Cataluña, usando la expresión de "aldraxe" que ya fue empleada en 1979 para defender un estatuto autonómico para la Comunidad gallega que diese un estatus similar al catalán y vasco.
"Difícil" el diálogo
Por otro lado, el presidente gallego también ha respaldado la actuación de su homólogo del Gobierno central, Mariano Rajoy, al establecer que "el diálogo carece de sentido si no parte del cumplimiento de la ley y no está orientado al acuerdo".
"Por eso resulta muy difícil conversar con aquellos que cuestionan el modelo autonómico, ya no por sus defectos, sino por sus virtudes. Hablar, debatir, es una vía para conseguirlo lo justo, pero nunca puede ser el pretexto para claudicar ante lo injusto", ha argumentado so aviso de que "de nada sirven las propuestas pensadas para una parte en concreto si las demás están obligadas a asumir sus consecuencias sin poder participar en las decisiones que las motivaron".
Defensa de las autonomías
En su intervención, Feijóo ha admitido que durante la crisis económica se dieron "razones para recelar de la desconsideración con el pueblo", como el hecho de que "se pretenda culpar a las comunidades de decisiones que no son suyas", en referencia a obligaciones de gasto "fijadas" por el "ámbito nacional" que "no reparan en la financiación que las autonomías necesitan para poder aplicarlas".
También ha censurado que "no se tengan en cuenta seriamente las circunstancias de Galicia" para prestar sus servicios, en referencia al sistema de financiación autonómico vigente.
Y ha criticado que "año a año" se exija "más cumplimiento a los que cumplen (comunidades) y se mengüe el margen de maniobra a quien después reserva para sí las mayores holguras y se vanagloria de hacer lo que imposibilita hacer" a las comunidades.
"Porque si alguna vez estuvo más en cuestión este Estado de las Autonomías es ahora, pero no sólo por las proclamas de división o independencia, sino ante la dificultad que nos puso delante la crisis", ha dicho, para apuntar, a renglón seguido, que en ese escenario "no todas las comunidades fueron capaces de demostrar ser autónomas".
Frente a ello, ha reivindicado que Galicia "puede decir que supo ejercer todas sus competencias y no tuvo que renunciar, ni total ni parcialmente, a su autogobierno por incapacidad para ejercerlo".
A este respecto, ha señalado que Galicia "controló el déficit año a año", aportó "solvencia" al Estado, cumplió los compromisos financieros y pidió y recibió "cero" de los 84.000 millones que habilitó el Gobierno "para responder a la llamada de auxilio de las comunidades autónomas".