El Ministerio Fiscal destaca el aumento "considerable" del número de sentencias condenatorias en el año 2012, que se sitúan en el 102% sobre el número de escritos acusatorios. Además, en su Memoria Anual sobre Seguridad vial contrasta este dato con el 92 por ciento del año anterior.
El documento explica que el porcentaje superior al 100 por cien encuentra respuesta en la sobrecarga de trabajo que padecen los juzgados de lo Penal, a los que corresponde el enjuiciamiento de los asuntos. En consecuencia, un relevante número de los procedimientos calificados en el año 2011 ha sido objeto de enjuiciamiento durante el año siguiente, según ha apuntado la Fiscalía.
En cuanto a los motivos de este aumento, se debe a una subida en la práctica totalidad de delitos, siendo especialmente relevante el aumento en el delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas, conducción temeraria y negativa a someterse a las pruebas. Los índices más elevados de 'criminalidad vial' se hallan en Galicia (2,8), Canarias y Baleares (2,6) y, en el extremo opuesto, los más bajos, se localizan en País Vasco (1,6), Extremadura (1,6) y Cantabria (1,7).
Pero, a pesar de esta subida de sentencia, la Fiscalía de Seguridad Vial ha destacado la "sensible" bajada de procedimientos incoados, desde la entrada en vigor de la Ley Orgánica de 2007, advirtiéndose el descenso principalmente en los delitos de conducción embriagada y conducción sin licencia, según destaca la Memoria anual de la Fiscalía.
El texto detalla que, "con toda cautela", se atribuye esta bajada de procedimientos a una mayor concienciación de los ciudadanos respecto de los riesgos asociados a la conducción, así como a las "inevitables consecuencias de la grave crisis económica" que atraviesa el país, visibles, en este caso, en un uso menor y más responsable del vehículo.
De este modo, destaca que en 2012 se produjo una reducción del número de vehículos asegurados (el seguro del automóvil cerró ese año con una caída de ingresos por primas del 5,88 por ciento, según datos de UNESPA) y una caída del 15 por ciento en el consumo de hidrocarburos para automoción desde 2007. En 2012 también se produjeron 364,8 millones de desplazamientos de largo recorrido, un 4,5 por ciento menos respecto de 2011.
Simultáneamente, se registró una disminución de las conductas infractoras más graves al volante, que dan lugar a la incoación de procedimientos penales por delito, además de la reducción de los accidentes leves que se sitúa en torno al 6,9 por ciento con respecto del año anterior.
La Fiscalía hace "mención especial" en este análisis a la evolución anual del número de accidentes con víctimas en vías urbanas e interurbanas, que, a su juicio, "viene a confirmar" el comportamiento más prudente de los conductores y el grado de cumplimiento de la norma. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), en 2012 se contabilizaron 1.300 fallecidos en las carreteras españolas, una cifra cercana a los niveles de 1960.
Más de 2.000 conductores drogados
La Memoria Anual también recoge las cifras correspondientes al delito de conducción con exceso de velocidad punible, que en 2012 se mantuvieron estables desde un punto de vista cuantitativo, ya que esta infracción penal representa el 3 por ciento del total de los procedimientos incoados por delitos contra la seguridad vial.
En cuanto al número de expedientes administrativos tramitados por la DGT e incoados a conductores que arrojaron resultado positivo en los controles de drogas ha pasado de 203 en el año 2010, a 740 en el año 2011 y, finalmente a 2.155 en 2012.
Para la Fiscalía, la DGT ha reforzado así de modo "encomiable" los controles preventivos aun cuando el esfuerzo no ha ido parejo con un aumento de procedimientos penales. Así, destaca que durante el año 2012 y en el ámbito de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil se han realizado 3.472 controles con los 2.155 resultados positivos citados.
Sólo se han derivado a la vía penal 31, de los que 18 lo han sido por accidente, nueve por infracción y cuatro en control preventivo.
El tipo de conducción bajo la influencia de drogas tóxicas ha visto constreñida su aplicación a los supuestos más graves en los que el delito de riesgo -la conducción influenciada por tales sustancias- se ha actualizado en siniestros con resultados lesivos o fallecimiento. Fuera de ellos la norma penal es de escasa incidencia.