El Partido de los Socialistas de Galicia (PSdeG) ha anunciado que llevará al Parlamento gallego y a todos los municipios de la Comunidad su "rotundo rechazo" a la "oportunista, autoritaria y ocultista" reforma de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (Loreg) que prevé llevar a cabo el Partido Popular para que gobierne la lista más votada. Así lo han anunciado este sábado el diputado socialista Xosé Sánchez Bugallo y el secretario de Política Municipal del PSdeG, Valentín González Formosa, quienes se han sumado a la serie de actos que el PSOE ha ofrecido esta jornada en municipios de toda España para mostrar su oposición a esta modificación.
Tras reiterar el rechazo del PSOE a negociar este cambio antes de las municipales que se celebrarán de 2015, Bugallo ha criticado que el PP proponga una "modificación exprés" de una Ley Orgánica en "seis meses". "Incluso plantea que considera innecesario el consenso, rompiendo de este modo una tradición de 36 años en los que todos los cambios de esta norma contaron con el acuerdo de los dos partidos mayoritarios", ha advertido el exalcalde compostelano.
También ha calificado de "ocultista y autoritaria" esta reforma al considerar que el PP "impone su mayoría" al tiempo que "esconde las auténticas razones por las que quiere cambiar la ley" que, a su juicio, son "cambiar las reglas del juego en vista de los comicios al entender que esta modificación le facilitará la posibilidad de blindar alcaldías".
"Paradoja"
Asimismo, ha censurado que el PP "insista en este cambio dará garantías de estabilidad y de una menor corrupción". "Hablar de eso en Santiago es una paradoja, cuando el primer gobierno con mayoría en 20 años resulta que tiene tres alcaldes en tres años y 13 ediles imputados", ha argumentado Bugallo antes de indicar que aunque "los gobiernos con mayoría aparentemente deberían ofrecer una garantía de mayor estabilidad, esto no siempre es así".
Ante estas cuestiones, Valentín González Formoso ha destacado que esta es una reforma electoral "hecha con la calculadora" y en la que el Partido Popular "adopta una postura con los sondeos en la mano".