Es el cuento de nunca acabar. Hace un mes, la Comisión Europea fue categórica –eso, al menos, ha sido lo que nos han vendido- al rechazar la viabilidad de la construcción de un dique flotante para Navantia Ferrol. Ahora, veinticuatro horas después de conocerse el levantamiento del veto de los astilleros para la construcción civil, la Comisión Europea dice que no ha "aceptado" ni "rechazado" el proyecto de construcción del dique flotante. Afirma Bruselas que España no ha remitido "comunicación oficial" sobre este extremo, sino que únicamente se pronunció sobre las "consideraciones" en las que su construcción en la ría ferrolana con fondos públicos “podría constituir ayuda estatal”. Así consta en la respuesta del comisario de la Competencia, Joaquín Almunia, a una pregunta del europarlamentario gallego José Blanco sobre el dique flotante.
Comunicación confusa
A principios del pasado mes de agosto, Bruselas justificaba el veto al proyecto del dique flotante en la ría de Ferrol por el incumplimiento derivado de las ayudas estatales necesarias para su construcción. Rechazo que no se fundamentaba en ningún otro aspecto, ni técnico ni de explotación.
Incluso, entre la clase política gallega se "armó un rifirrafe" sobre la decisión de la Comisión Europa (CE). En sus argumentos, mientras la oposición quería conocer la pregunta que había hecho el Gobierno de Rajoy a Bruselas, la Xunta "claudicaba" ante la decisión de la CE.
Incluso, al día siguiente, el propio conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, afirmaba que "la responsabilidad llama a que no se ponga en marcha" la construcción de un dique flotante en la ría de Ferrol para aumentar la capacidad del área de reparaciones de Navantia. Es más, Conde abogaba la diversificación de las actividades de los astilleros y aprovechar "todas las instalaciones y capacidades que le reporta tanto Fene como Ferrol".
"Ni aceptó ni rechazó el proyecto"
Así las cosas, un mes después, la UE aclara que solo se pronunció sobre las "condiciones" en las que el dique flotante se consideraría "ayuda estatal". Pero Bruselas insiste en que “ni aceptó ni rechazó el proyecto”.
En este sentido, el pasado 31 de julio, la Dirección General de la Competencia advirtió a las autoridades españolas de la posibilidad de que se incurriese en ayudas estatales o financiación privilegiada en la construcción de esta infraestructura para Navantia, lo que contraviene el derecho comunitario.
"Parece que la construcción del dique no es posible únicamente mediante fondos privados (lo que excluiría automáticamente la presencia de ayuda estatal) y que la financiación pública podría concederse a condiciones no de mercado (financiación privilegiada)", argumentó en su escrito el organismo que lidera el socialista Joaquín Almunia.
Sin embargo, ahora, en una respuesta parlamentaria difundida por el PSdeG, el comisario de la Competencia de la UE, Joaquín Almunia, explica que su respuesta se ceñía a la "información facilitada" por el Gobierno de España en un intercambio de información "informal" con las instancias comunitarias en torno al dique.
Y añade que, de entenderse este proyecto como "ayuda estatal" al sector naval, estaría "sujeto a una notificación de su aprobación" por parte de la Comisión Europea. Sin embargo, recalca el comisario socialista, esta propuesta no se ha formalizado por parte de España, de modo que no se ha "aceptado" ni "rechazado" la construcción del dique flotante.