La intención de los marineros detenidos por introducir casi 150 kilos de cocaína en el buque escuela de la Armada Juan Sebastián Elcano era llegar con la mayor parte de la mercancía a Andalucía, desde donde sería distribuida. Esa es la principal hipótesis con la que en este momento trabajan los investigadores, que descartan que durante la travesía se hicieran más operaciones aparte de los 20 kilos que entregaron en Nueva York a unos narcotraficantes colombianos.
Los tres marineros implicados (dos españoles y uno de origen ecuatoriano) fueron detenidos durante la primera escala del barco en territorio español, concretamente durante el fondeo en la localidad pontevedresa de Bueu. No obstante, según han informado fuentes conocedoras de las pesquisas, el plan no era desembarcar la cocaína en Galicia, sino mantenerla escondida entre las velas de repuesto de la embarcación hasta su última parada en San Fernando (Cádiz), donde tienen su base los tres marineros implicados.
Los investigadores trabajan ahora en conocer cuál iba a ser el ‘modus operandi’ de los detenidos para distribuir la droga, en qué cantidades y si iban a contar con la colaboración de otras personas. El juez ha declarado secretas las diligencias, que aún se alargarán durante algunas semanas.
Lo que sí han confirmado las pesquisas realizadas es que los marineros no hicieron entregas de drogas en las escalas posteriores a Nueva York, concretamente en Dublín, Oslo y Hamburgo. Las autoridades españolas contactaron incluso con las policías locales de esos países para que estuvieran prevenidas ante posibles movimientos, informan las fuentes consultadas.
Colaboración internacional
La colaboración internacional está siendo clave en el esclarecimiento de este caso. De hecho, la pista la facilitó el servicio americano del HSI (Homeland Security Investigations) tras detener a unos narcotraficantes en Nueva York con 20 kilos de cocaína, que aseguraron que se la habían entregado los marineros españolas durante su escala en esa ciudad. Por ello se activó el servicio de Seguridad Naval de la Armada, estableciendo un sistema de identificación y control de los tripulantes implicados.
Otro de los aspectos por esclarecer es la relación que tenían los marineros con los narcos colombianos con los que contactaron durante su escala en Cartagena de Indias (Colombia). Fueron estos narcotraficantes locales quienes les suministraron casi 150 kilos de droga que los marineros introdujeron en el barco escondida entre su ripa fraccionada en paquetes de entre cinco y diez kilos. Aprovecharon el trasiego de gente durante una jornada de puertas abiertas en el buque para cargarla, según creen los investigadores.
Entre Cartagena de Indias y Nueva York, el barco hizo escala en Santo Domingo, pero los investigadores descartan también que en esa parada se hiciese ninguna entrega de droga.
A su llegada a España, los detenidos fueron trasladados a Madrid decretando la autoridad judicial militar su ingreso en la prisión militar de Alcalá-Meco. Se les imputan los delitos de tráfico de drogas, delito cometido por militares empleando para la comisión buques o dependencias militares. Las investigaciones que lleva a cabo la Guardia Civil con el HSI, y con el apoyo de la Armada continúan abiertas.